cultura

Entrevista a Julián Axat

El poeta y abogado platense es el responsable de la antología Toda poesía es hostil al anarcocapitalismo, que hoy se presenta en la Feria del Libro de Buenos Aires.

Julián Axat es un militante de la poesía, alguien que cree en el profundo sentido político de las palabras y en la necesidad de construir con ellas una forma de belleza que se alce como un desafío en estos tiempos despiadados. Hace unos meses lanzó la convocatoria pública de escribir poemas bajo la consigna Toda poesía es hostil al anarcocapitalismo. La respuesta fue tan buena -tanto en cantidad como en calidad-, que justificó la edición de un libro que hoy a las 19:30 será presentado en la Feria del Libro de Buenos Aires, en el Pabellón Azul Stand 705, con la presencia del autor del autor de la antología junto a Constanza López, Carlos Aldazabal, Carmen Lozardo, Carlos Aprea y Daniel Krupa. Vale la pena señalar que se puede acceder gratis al libro entrando al niniorizoma.wordpress.com.

—¿Por qué es tan temida la poesía?

—La forma en la que la palabra poética toma estado o se hace presente es un misterio, lo cierto es que a través de las palabras se hace política, economía, se escribe en las redes, etc. Por lo general se olvida que el mundo se hace con palabras. La cuestión es que a millones de palabras por segundo que se vierten (a toda velocidad) en todos los registros públicos y redes, pueda haber algunas que tengan la fuerza o la luz suficiente para sacudir el estado de las cosas. Salir de los clichés. Producir resistencia real. Chispa. Lo que Walter Benjamin llamaba el aura de las palabras. La verdadera poesía busca manifestarse de ese modo y es disruptiva para el poder. A eso seguramente le teme. Porque puede generar empatía en las mayorías y producir un cambio en las mentalidades.

—La palabras son maltratadas con fines ideológicos y se las obligan a hacer torsiones imposibles, llegando a contradicciones insolubles como “anarcocapitalismo”

—Las torsiones de palabras, las fakes, los chirridos, el slogan fácil, la vulgaridad expresiva son un signo de época. Pero evidentemente eficaces para un público que se deja despabilar y está harto de la corrección de los políticos con habla de burócratas. El presidente argentino se aprovecha de esa deslegitimación social, su campo lingüístico es limitado pero efectivo. Pero la palabra anarcocapitalismo o libertario le excede, aun cuando la tome como bandera.

—Vale la pena recordar que, a principios del siglo XX se llamaba libertarios a quienes los llamados “libertarios” de hoy no vacilarían en reprimir

—Es así, claramente. A principios de siglo XX el anarquismo y el capitalismo eran conceptos disímiles, hoy el liberalismo extremo los ha juntado. Lo que para Bakunin debía desaparecer para dar lugar a la comunidad de individuos libres, autores como Rothbard y Von Mises lo han sustituido por el Mercado. Esta teoría es bastante forzada, toma lo que quiere del viejo anarquismo, porque el Estado en su fase punitiva sigue presente para asegurar los rendimientos del mercado (cuando en Bakunin y Protopkin también debía desaparecer).

—¿Cómo llegamos a este momento?

—Es multicausal, no creo tener una variable para explicarlo. Pero sin duda se ha agotado un modo de hacer política del que el peronismo y el radicalismo hicieron uso en estos últimos 40 años, además de la irrupción de un fenómeno global fascista se ha colado en esa grieta a nivel local. Con un personaje que en poco tiempo de carrera política ha sabido aprovechar el momento, de la mano de corporaciones que apoyaron su ascenso.

—¿Cuáles son los rasgos en común que encontrás en los poetas reunidos en la antología?

—Todos tienen rabia, necesidad y urgencia de expresar el padecimiento del momento, asumir la cuestión pública desde la voz, es decir dar testimonio de época.

—Vale destacar que no fueron solo poetas argentinos los convocados

—Hay poetas de Uruguay, Brasil, USA, Colombia, Chile, Venezuela, Paraguay. Participan para solidarizarse con nuestra situación.

—¿Cuál es la respuesta que en adelante debieran adoptar los distintos colectivos culturales de nuestro país?

—Estar en alerta y ser solidarios. Y asumir el derecho constitucional de la protesta y la libre expresión, que incluye a la denuncia, la huelga y a la marcha pacífica.

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