Los agujeros negros masivos, catalogados como “bestias oscuras”, no permanecen quietos; pueden abandonar galaxias y vagar por el espacio.
Un equipo de investigadores del Centro de Astrofísica Harvard & Smithsonian liderado por Angelo Ricarte consiguió determinar el número de agujeros negros que podrían existir alrededor de la Vía Láctea. Además logró dar cuenta de que los agujeros negros masivos, catalogados como “bestias oscuras”, no permanecen quietos; pueden abandonar galaxias y vagar por el espacio.
Los expertos advirtieron que estos fenómenos residen en el núcleo de la mayoría de las galaxias siendo de una masa proporcional, lo que hace que las evoluciones estén vinculadas. “Descubrimos que el número de agujeros negros errantes se escala aproximadamente de forma lineal con la masa del halo, de modo que esperamos miles de agujeros negros errantes en los halos de los cúmulos de galaxias”, sostuvo uno de los especialistas.
Para el estudio, utilizaron las simulaciones de Romulus, que están diseñadas para rastrear la evolución orbital de pares de “bestias oscuras”, es decir, se puede determinar qué agujeros negros es probable que lleguen al centro de su nuevo hogar galáctico y cuáles nunca llegarán.