Preocupa el crecimiento del consumo de drogas durante el aislamiento social

Algunos estudios han demostrado que en cuarentena aumentó la ingesta de alcohol y ansiolíticos. Opina un especialista en Psiquiatría.

Uno de los efectos secundarios del coronavirus fue provocar que muchas personas au­men­taran el consumo de psicoactivos durante el período de aislamiento. Esto demuestra el último estudio realizado por la Universidad de La Matanza, donde se señala que en el AMBA el consumo aumentó un 20% durante la cuarentena.

El alcohol, la marihuana, la nicotina, la cocaína y los ansiolíticos son las drogas más consumidas en el período de pandemia, todas ellas ligadas al “desgaste psicológico del aislamiento”, según lo expresa el in­forme del departamento de Ciencias de la Salud.

En este contexto, diario Hoy dialogó con el doctor Manuel Vilapriño, vicepresidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), para poner algo de claridad sobre este fenómeno que mantiene en vilo a los profesionales de la salud.

“Se están dando situaciones de aumento del consumo en aquellos que venían con alguna problemática de este tipo por la situación de aislamiento y todo lo que implica, como la incertidumbre de no saber cuándo va a terminar, la preocupación por el virus y las cuestiones laborales, esto puede hacer que una persona que estaba con algún tratamiento, estabilizada, se termine descompensando. Por otro lado, este aislamiento y estos factores hacen que aquellos que, por ejemplo, tomaban alcohol o fumaban marihuana en una situación social, lo hagan más ahora como motor de alivio de algún malestar, como no poder dormir o estar ansioso”, señaló el profesional.

Así, el psiquiatra evaluó que más allá del crecimiento en estos consumos, también es necesario tener en cuenta ciertos factores como la relación con la sociedad y con el entorno de cada persona al atravesar ciertas situaciones no convencionales.

“Depende mucho de cómo reacciona cada uno, no es que la pandemia va a llevar a que tomes más porque sí, para que se desencadenen trastornos de ansiedad o depresión, como pasa en la mayoría de las enfermedades, hay que evaluar que en algunos hay mayor predisposición genética y factores psicosociales que pueden ser disparadores de consumo, en función de cómo se manejen va a ser cómo repercute en cada uno”, detalló.

También remarcó que mucha gente no acude a consultas profesionales en salud mental y esto hace que crezca el consumo de ansiolíticos de manera muy fuerte. “Hay otras pandemias que no están tratadas y son preocupantes, como los cuadros de ansiedad y depresión, pero la sociedad y los gobiernos no tienden a verlo para avanzar con medidas preventivas, toda esta situación hace que la gente tome más ansiolíticos, es claro que hay un crecimiento exponencial en su consumo”, aseguró.

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