Según la ONU se desperdicia el 20% de los alimentos disponibles para el consumo cada año
El problema es inmenso, con un costo a nivel medioambiental, social y económico", dijo a AFP Richard Swannel, director de desarrollo de la ONG británica Wrap.
Una nueva concepción sobre la forma de alimentación se impone: la alimentación intuitiva, o el solo escuchar a tu cuerpo.
18/03/2021 - 20:53hs
Por mucho tiempo, a las mujeres se les han impuesto medidas para mantener su cuerpo en condiciones, pero lo mejor es aprender a escucharlo. Esto es lo que propone la alimentación intuitiva.
No se trata de hacerse daño ni de afectar la salud. Al contrario, conocer sobre nutrición les permitirá saber qué alimentos les aportan nutrientes y cuáles son los más perjudiciales; más bien, se trata de atender las verdaderas necesidades del propio organismo.
Por un lado, la alimentación intuitiva propone rechazar las dietas para bajar de peso, ya que la mayoría de ellas no son equilibradas y comprometen nuestro bienestar. Más bien, escuchando a nuestro cuerpo podremos saber qué nutrientes nos está pidiendo de verdad y la mayoría de los esquemas dietéticos son rígidos.
Aceptar el hambre también es parte de la alimentación intuitiva. No podemos ocultar cuando sentimos hambre. Comer ensaladas todo el tiempo no es lo que nos va a salvar la vida. Ni siquiera nos hará bien, ni física ni psicológicamente.
Reconciliación con el cuerpo
En el proceso de reconciliación con el cuerpo, debemos transmitirle la confianza de que siempre podrá tener acceso a los alimentos que necesita. Mientras más le privamos, más temor sentirá y con ello solo alimentaremos la ansiedad.
De igual modo, hacemos las paces con los alimentos perjudiciales, hacerle saber a la mente que allí están los helados y las pizzas con las bebidas con edulcorantes. Nos daremos cuenta que ni siquiera nos van a provocar. Porque la mente sabe que cuando más le prohibimos algo, más lo anhelará.
Escuchar las emociones
Escuchar a la saciedad también es relevante. De este modo, mantendremos un equilibrio en nuestro organismo.
Sentémonos y comamos con gusto, sin obligarnos, sintiendo el placer de la comida. De igual modo, también debemos separar los sentimientos, es decir, evitar comer por frustración o soledad. Hay un tipo de hambre que es emocional y otra que es fisiológica, esto sí necesitamos llevarlo a la balanza.
La tendencia de #bodypositivity va creciendo y no es una casualidad, es porque cada día aumenta el número de mujeres que aman su cuerpo, tal como son. Unirnos a la positividad corporal puede ser de ayuda.
Por último, no olvidemos los ejercicios de meditación y atención plena, esto nos ayudará a comunicarnos mejor con nuestro cuerpo.