Licuados, batidos o smoothies: una opción saludable para el verano

Con frutas maduras y de estación. Dulces o salados. A base de leches, jugos diversos, helados o yogures. Con la llegada del calor, el licuado es una alternativa rica, hidratante y muy nutritiva para maridar con la época del año.

Agobiados por el calor, animados por el deseo o lisa y llanamente hambrientos, el licuado se impone como una de las grandes opciones para el verano. Con frutas de estación.
Dulces o salados. A base de leche, jugo, helado o yogur. El licuado no solo es fácil de preparar y refrescante, sino que ofrece una buena hidratación y grandes cantidades de nutrientes.

Si bien se comercializa en tiendas y foodtrucks, nada mejor que elegir personalmente los ingredientes y prepararlo en la comodidad de casa. El licuado (batido o smoothie) se prepara habitualmente con frutas, pero una forma de expandir su horizonte es incorporar hortalizas como la zanahoria, el apio o incluso el jengibre. Ayuda a calmar la sed, aporta vitaminas, fibras (si se utilizan las cáscaras y semillas, aún más), minerales y antioxidantes.

Una de las claves de su preparación es la utilización de frutas de temporada. No solo por razones económicas, ecológicas y sanitarias, sino porque de esa manera se obtiene el mejor sabor posible. El licuado, en ese sentido, es ideal para aprovechar aquella banana, frutilla o durazno que amenaza con pasarse: las frutas maduras evitan el añadido de azúcar pues contienen una mayor concentración del sabor y de niveles de fructosa.

A la hora de elegir la base del licuado, es importante tener en cuenta el contenido en agua de las frutas utilizadas para lograr la consistencia correcta. Si la elección se inclina por una fruta con mucho jugo como la naranja, la sandía, la piña o el melón, lo mejor es usar como base yogur o helado. Si por el contrario se escogen frutas más consistentes como la manzana, la banana o el durazno, se puede utilizar una base líquida como la leche, alguna bebida de soja o directamente agua con hielo granizado.

Desde los standards (frutilla y leche, por ejemplo) hasta versiones heterodoxas como el licuado naranja: media zanahoria, jugo de naranja, un durazno, jengibre y pepino. Desde preparados verdes y lights (con edulcorantes, leche descremada, hojas y semillas) hasta el espumoso de plátano y chocolate: 300 gramos de helado de chocolate, 300 gramos de leche y 100 gramos de banana. A disfrutar.

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