El agujero negro la estiró hasta convertirla en un filamento de 3.000 unidades astronómicas de largo
Ante la mirada azorada de los astrónomos, una enorme nube de gas llamada X7 (del tamaño de 50 Tierras) está siendo destrozada y devorada “en directo” por Sagitario A*: el gran agujero negro central de nuestra galaxia. De acuerdo a las previsiones de los científicos, el proceso culminará en el año 2036, cuando la gravedad del agujero negro termine definitivamente por destruirla.
Durante los últimos 20 años, los astrónomos han observado con el Observatorio W. M. Keck, en Hawái, uno de los más poderosos del mundo, cómo la nube se iba acercando y cambiando de forma, estirándose más y más a causa de la gravedad del agujero negro a medida que se acercaba a su inevitable final. Una agonía que en términos humanos podría considerarse lenta, pero que es un simple suspiro en las escalas temporales cósmicas.
Las observaciones revelan que actualmente la nube se ha convertido en un largo filamento de 3.000 Unidades Astronómicas (UA) de largo (una UA equivale a 150 millones de kilómetros, la distancia entre el Sol y la Tierra) y que se está “enroscando” cada vez más estrechamente alrededor de Sagitario A*.
“Es muy emocionante poder observar cambios significativos en la forma y la dinámica de X7 con tanto detalle y en una escala de tiempo relativamente corta, ya que las fuerzas gravitatorias del agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea influyen en este objeto”, dice Randy Campbell, coautor de la investigación. Actualmente, X7 se encuentra en una trayectoria orbital alrededor de Sagitario A* que, de poder completarse, tardaría 170 años. Aunque todo apunta a que no tendrá tiempo de hacerlo. “Las potentes fuerzas de marea ejercidas por el agujero negro galáctico finalmente destrozarán a X7 antes de que pueda siquiera completar una órbita”, concluye Mark Morris, de la Universidad de California en Los Ángeles y otro de los autores del estudio.