“Somos conscientes de que la discriminación aún existe”

En el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, diario Hoy conversó con el director de la Asociación Caboverdeana de Ensenada.

El presidente de la Asociación Caboverdeana de Ensenada, Santiago Sosa Monteiro, declaró: “Somos conscientes de que aún existe la discriminación y de que diferentes personas de la colectividad lo viven o lo han vivido. Lamentablemente está presente a nivel nacional y lo sufren muchísimas colectividades. En lo personal, no puedo hablar de discriminación porque la colectividad caboverdeana se asentó en Ensenada hace casi 100 años y es común vernos. Cada ensenadense tiene un caboverdeano en común: amigo, primo, vecino, familiar. Pero es un tema a tratar siempre”.

En conmemoración de la Masacre de Shaperville, cuando la Policía sudafricana asesinó a 69 personas durante una manifestación pacífica contra apartheid, la Asamblea General de la Naciones Unidas proclamó el 21 de marzo como el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. En nuestro país, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) es su principal actor para generar políticas públicas en pos de erradicar esta forma de discriminación. Según este organismo, aún hoy la principal causa de discriminación en la Argentina está relacionada con el racismo y la pobreza.

Mucho tiempo atrás, en la localidad de Ensenada, comenzó a llegar una oleada de migrantes de Cabo Verde que se asentó en la zona de Villa Detri y creció sobre la margen del Río de la Plata. Fundada el 13 de septiembre de 1927, la Asociación Caboverdeana de Ensenada es la entidad de este tipo más antigua de la diáspora. Originalmente fue una asociación de Ayuda Mutua entre los inmigrantes para favorecer su desarrollo y el de sus familias.

“Por lo general, primero llegaban las personas que eran consideradas cabeza de familia y después mandaban a buscar a los demás integrantes de la misma”, señaló Sosa Monteiro. “El caboverdeano empezó a salir del país en búsqueda de mejores condiciones de vida. Mi abuelo, por ejemplo, terminó de hacer la colimba en Cabo Verde y llegó en el año 1927. Ya sus hermanos más grandes estaban acá, en Ensenada. Tenía 21 años. Por lo general, la colectividad se fue instalando en lugares portuarios. En la zona de Avellaneda, en la zona de Ensenada, en la zona de Mar del Plata, en Bahía Blanca. En estas dos últimas, el número de caboverdeanos que llegaron fue menor que el que llegó acá”, agregó.

En un principio, la fundación tuvo un carácter simbólico. Sin espacio físico para realizar sus reuniones, por lo general utilizaban las propias casas de las familias de la colectividad como espacio de encuentro. Uno de los lugares emblemáticos estaba situado sobre la calle Arenales al 200. Su objetivo inicial era la ayuda mutua de la comunidad, desde asistir a los integrantes de una familia con problemas de salud o de trabajo e incluso ayudar en caso de fallecimiento para cubrir los sepelios. Poco a poco, se fue haciendo cada vez más poderosa su actividad como espacio para mantener viva a la cultura caboverdeana entre los descendientes. Por entonces, dejó de ser de Ayuda Mutua para convertirse en la Asociación Cultural y Deportiva.

“Gracias a Dios, hoy en día mantenemos un contacto estrecho con el país a través de la Embajada, a través de los diferentes organismos nacionales de Cabo Verde. Entonces obviamente se va modificando lo que se va haciendo. Pero siempre se mantiene viva la cultura original de los caboverdeanos que llegaron para Ensenada a través de la música, el baile, los juegos y la comida. Festejamos las fechas patrias de Cabo Verde, el día de la independencia, el día de los héroes nacionales, el aniversario de la institución, el Día de África. Son fechas en las que nos encontramos y hacemos comidas típicas, se bailan músicas caboverdeanas y a partir de eso es que la colectividad sigue viva y mantiene viva su cultura”, dijo el director.

En el marco Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, Sosa Monteiro reivindicó la diversidad como riqueza y señaló hacia el futuro. “La apertura mental va por casa y se va haciendo cada vez más común ver gente de otras etnias. Por ejemplo, con la gran inmigración africana que hubo del 2000 a esta parte, desde países como Angola, Senegal o Costa de Marfil. Lamentablemente, dejó de haber inmigración importante desde Cabo Verde, que se enfocó en Brasil o en países de Europa. En ese sentido, la discriminación es un tema a tratar siempre”, concluyó.

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