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Una científica desarrolló un stent cardiovascular capaz de desintegrarse cuando el cuerpo ya no lo necesita
Una investigadora argentina creó un stent con un material absorbible.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. La mayoría de las patologías que afectan al corazón se corrigen a través de lo que se conoce como stents: mallas metálicas que se colocan por medio de una intervención quirúrgica en las arterias, y ayudan a mantenerlas abiertas y asegurar que la sangre siga fluyendo adecuadamente cuando estas se estrechan debido a enfermedades cardíacas o problemas de circulación. Pero seis meses después de colocar un stent, las arterias se desobstruyen definitivamente. Sin embargo, no suelen retirarse: quedan en el cuerpo como un material sin función. Por eso, a la científica del Conicet del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales se le ocurrió desarrollar un stent con un material absorbible: capaz de desaparecer del cuerpo sin dejar rastros una vez que el tejido dañado de las arterias haya sanado.