cultura

Una heroína salteña

Macacha Guemes fue mucho más que la hermana de un caudillo, siendo una figura central en la lucha por nuestra independencia.

Interés General

02/10/2025 - 00:00hs

El 7 de junio de 1821 las fuerzas realistas combatían en la ciudad de Salta. Ese día hirieron de muerte al general Martín Miguel de Güemes tras un enfrentamiento con el coronel José María Valdez en su propia casa, ubicada en las calles La Amargura (actual Balcarce) y Yocci (actual España). Güemes, quien con sus gauchos había defendido la frontera de múltiples invasiones españolas, moriría diez días más tarde, el 17 de junio de 1821, en la Cañada de la Horqueta. Estaba acompañado por sus fieles gauchos, “Los infernales”. Pero también hay una heroína en este relato, aunque muchas veces ha sido injustamente olvidada: su hermana, doña María Magdalena Dámasa Güemes de Tejada. La célebre Macacha.

En sus Memorias José María Paz describió a Macacha como una “mujer ambiciosa, intrigante y animosa, al paso que dotada de garbo y hermosura”. Asimismo, la tradición oral de Bernardo Frías brinda información excepcional: por él se conoce la influencia de Macacha sobre Martín Miguel, ya que fue ella quien, ante la necesidad de que el recientemente designado gobernador de Salta formara una familia, hizo las diligencias necesarias para concretar en una semana el matrimonio con Carmencita Puch, única hija mujer de un peninsular con propiedades en las fronteras del Rosario, en junio de 1815.

Macacha nació el 17 de marzo de 1781 en Salta, en el seno de una familia acomodada de hacendado y funcionarios realistas, hija de Gabriel de Güemes Montero, tesorero real de la corona española, y de Magdalena Goyechea, quien descendía de los conquistadores españoles y encomendados al norte del virreinato del Río de la Plata. Eran ocho hermanos, de los cuales ella fue la sexta y la primera mujer. Macacha era para el general Guemes la “más querida de las mujeres”, en la cual buscaba consuelo y consejos. La que lograba atemperar sus enojos y llenar de clemencia su corazón. Ella misma, según los relatos historiográficos, “salvaría de su golpe a más de un adversario que iría a buscar refugio a la casa de Macacha en momentos de ver peligrar su vida”.

Asimismo, participó activamente de la red de espionaje que las mujeres, incluyendo a aquellas que formaban parte de la servidumbre o pertenecían a la plebe, habían organizado para brindar información sobre las fuerzas realistas cuando estas ocupaban la ciudad. Bernardo Frías relató cómo ellas administraban una base de información útil a la causa revolucionaria. Por ejemplo, cuando hieren de muerte a Guemes, fue un baqueano quien avisó a Macacha que vieron a realistas acercarse a la ciudad.

En 1815, las fuerzas realistas españolas lanzaron un ataque masivo contra Salta, con el objetivo de capturar a Martín Miguel de Güemes y sofocar la rebelión. Macacha, junto con otras mujeres de la región, se ofreció como voluntaria para ayudar en la defensa de la ciudad. También se encargó de ser enfermera y proveedora de suministros para los soldados; incluso se le atribuye ser mediadora en los conflictos en el seno de las milicias gauchas.

Murió el 7 de junio de 1866 en la ciudad de Salta, a los 79 años, retirada de la actividad pública y dedicada al cuidado de su nieto, Virgilio Mariano Tedín. Siguiendo el mandato familiar, éste se convirtió en el famoso “Juez Tedín”, el juez federal de la Capital Federal que alcanzó notoriedad en la década de 1880 por su oposición al fraude electoral y a la corrupción política.

Los restos de Macacha Guemes se encuentran en el cementerio de la Santa Cruz, en la bóveda de la familia Güemes. Hubo intentos que la urna con sus cenizas fuera trasladada al “panteón de las glorias del norte” ubicado en la iglesia catedral de Salta, junto con su hermano y otros héroes de nuestra patria, pero dichos intentos fueron infructuosos.

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