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cienciaLa OMS y la Sociedad Argentina de Pediatría advierten que los cigarrillos electrónicos representan un grave riesgo para la salud pública. Su uso en jóvenes se dispara mientras la industria tabacalera impulsa estrategias de marketing agresivas.
16/08/2025 - 00:00hs
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado este año señala que el uso de cigarrillos electrónicos, también llamados vapeadores o Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (ENDS), conlleva el riesgo de “renormalizar” el hábito de fumar, especialmente entre adolescentes. En Argentina, pese a que su comercialización, importación, distribución y publicidad están prohibidas desde 2011 por la ANMAT, el consumo juvenil crece de manera alarmante.
La Encuesta Mundial sobre Tabaco en Jóvenes reveló que el 7,1% de los estudiantes de entre 13 y 15 años usa cigarrillos electrónicos. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), una encuesta de 2023 elevó esa cifra al 8%. Además, se estima que uno de cada cuatro chicos de 12 y 13 años los ha probado alguna vez, y más del 11% los consumió en el último mes. Según la Fundación Interamericana del Corazón, el 61% de los adolescentes inicia entre los 14 y 15 años, y casi la mitad estaría dispuesta a probarlos.
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) advirtió que la baja percepción del riesgo es uno de los factores más preocupantes: el 41,8% cree que son menos dañinos que el cigarrillo convencional, y un 40% directamente desconoce su nivel de peligrosidad. La industria tabacalera explota esta situación con sabores atractivos, envases llamativos y campañas en redes sociales con influencers y celebridades, buscando captar a “nuevas generaciones de adictos a la nicotina”.
Los riesgos para la salud están ampliamente documentados: adicción, daños en el desarrollo cerebral, sustancias tóxicas en las emisiones, enfermedades respiratorias graves como la EVALI, problemas cardiovasculares, convulsiones, quemaduras por explosión de dispositivos y daños derivados del “humo” de segunda y tercera mano. En Argentina, el primer caso de EVALI se detectó en 2019 en un joven de 18 años.
A pesar de la prohibición vigente, la venta ilegal, en especial a través de internet, sigue en expansión. En paralelo, un proyecto de ley nacional propone gravar con impuestos a los cigarrillos electrónicos, lo que, según el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo bonaerense, implicaría legalizar de hecho su comercialización. El organismo rechaza esta medida por contradecir la normativa sanitaria vigente y por el riesgo de que la legalización refuerce la falsa percepción de inocuidad.
La conclusión de los especialistas es clara: la salud pública debe prevalecer sobre cualquier interés recaudatorio. “No se puede legitimar un producto que los organismos nacionales e internacionales de salud desaconsejan de manera contundente”, remarcó la SAP.