Acusan a Tesla de segregación racial
El Departamento de Vivienda y Empleo Justo de California comprobó que la fábrica de Tesla en la ciudad de Fremont es un lugar donde los afrodescendientes “enfrentan insultos racistas y discriminación en la asignación de tareas”.
El organismo encargado de la equidad laboral del estado de California (DFEH) acusó a la empresa de autos eléctricos Tesla de segregación racial contra trabajadores afrodescendientes en una de sus fábricas, informó la entidad en un comunicado.
Según Kevin Kish, director de la entidad, fue encontrada “evidencia de que la fábrica de Tesla en Fremont es un lugar de trabajo segregado racialmente, donde los trabajadores afrodescendientes enfrentan insultos racistas y discriminación en la asignación de tareas, disciplina, salarios y promociones”, dijo Kish.
Señaló que el DFEH había recibido cientos de quejas de los trabajadores de la planta conforme eran regularmente objeto de bromas racistas por compañeros y directivos.
El organismo explicó que algunos trabajadores mencionaban regularmente a las zonas donde estaban destinados muchos empleados afroestadounidenses con referencias históricas racistas, como “la plantación”.
También se mofaban de ellos con “insultos racistas” y los provocaban con “confrontación física y verbal” que los acababa llevando a sanciones disciplinarias, señaló la denuncia.
Además, los trabajadores no afroestadounidenses solían recibir trato preferencial en la fábrica: se les asignaban las tareas más fáciles y eran tratados con más indulgencia en los procedimientos disciplinarios comparado con sus compañeros afro.
Los detalles de la denuncia del DFEH contra la planta de Tesla en Fremont son impactantes por la presuntamente extendida cultura del abuso racial.
Un trabajador “escuchó insultos racistas hasta 50-100 veces en un día”, señaló el organismo. Además, algunos empleados con tatuajes de la bandera confederada solían mostrarlos para intimidar a los compañeros, dijo.
Otro “observó (la leyenda) hang N (colgar N) escrito junto a un dibujo de una soga” en un baño de la fábrica.
Los grafiti incluían esvásticas, “KKK” (en referencia al grupo supremacista blanco Ku Klux Klan) y “regresa a África”.
“El estrés causado por el acoso racial severo y generalizado, el riesgo de un altercado físico y una escalada con los acosadores, la discriminación flagrante, la disciplina desproporcionadamente severa y la inutilidad de las quejas, hicieron que las condiciones de trabajo fueran tan intolerables que renunciaron”, afirmó la denuncia.
La compañía propiedad de Elon Musk ha sido objeto de varias demandas por discriminación en esta fábrica de California en los últimos meses.
En octubre de 2021, un jurado de California dictaminó que Tesla debía pagar a un exempleado 137 millones de dólares en daños por no actuar frente al racismo que padeció en la planta de Fremont.
Estados Unidos tiene una historia de racismo, esclavitud e injusticia racial, y en los últimos años se produjeron masivas protestas para confrontar ese legado tras varios casos de abuso y asesinato de afroestadounidenses a manos de la Policía.
Las denuncias de discriminación sistémica en los lugares de trabajo de Estados Unidos se hicieron más comunes después de que las protestas de Black Lives Matter (Las vidas negras importan) alcanzaron su clímax en 2020 tras el asesinato por ahorcamiento de George Floyd a manos de un policía blanco el 25 de mayo en Mineápolis, Minesota.