Antonio Guterres inauguró la 79° Asamblea General de la ONU

Desde la ciudad de Nueva York, el secretario general pidió principalmente un alto al fuego en la región de Medio Oriente.

Internacional

25/09/2024 - 00:00hs

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dio inicio el día de ayer, desde Nueva York, Estados Unidos, a una nueva edición de la Asamblea General. En su edición 79°, alertó que el estado del mundo es “insostenible”.

“Gaza es una pesadilla permanente que amenaza con arrastrar a toda la región en el caos, empezando por Líbano”, declaró el secretario general ante los mandatarios y representantes de los 193 países. Asimismo, también exigió que se “movilice para un alto el fuego inmediato y la liberación incondicional de todos los rehenes” en Gaza. “El pueblo libanés, el pueblo israelí y los pueblos del mundo no pueden permitir que Líbano se convierta en otra Gaza”, sumó también Guterres sobre lo que viene sucediendo entre Israel y Hezbolá. “Todos deberíamos estar alarmados por esta escalada”.

De acuerdo con Guterres, el grado de impunidad en el mundo es “moralmente intolerable”, y culpó a muchos gobiernos de “pisotear” el derecho internacional. Por otra parte, mencionó tres desafíos principales que amenazan al planeta, los cuáles son la impunidad, la desigualdad y las incertidumbres. “Los tres están conectados y chocan entre sí”, sostuvo. “Hoy en día, un número cada vez mayor de gobiernos y otros se sienten con derecho a una carta que les permita salir de la cárcel gratis. Estamos aquí para recuperar al multilateralismo del borde del precipicio. Ahora nuestro destino común es avanzar en ello. Eso requiere no sólo acuerdo, sino acción. Si no hay reformas, la fragmentación es inevitable, y las instituciones globales perderán legitimidad, credibilidad y eficacia”, agregó Guterres, que reiteradamente vio parado su discurso por los aplausos.

La crisis climática fue otro de los tópicos que tocó el secretario general. Sobre esto, remarcó que “quienes contaminan deben pagar”, y que las principales economías, en particular los países del G20, deben dejar de subsidiar los combustibles fósiles y redirigir esos fondos hacia una transición energética justa y sostenible. Frente a un panorama de catástrofes ambientales crecientes, dejó en claro que el tiempo de actuar es ahora, y los países más contaminantes no pueden seguir evadiendo su responsabilidad.

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