Asumió el nuevo presidente de Ecuador

Daniel Noboa, de 35 años, sostuvo que “la tarea es dura y difícil” y que no se sumará a la dinámica de polarización a la que se “acostumbró” el país.

En la jornada pasada, Daniel Noboa, de 35 años de edad, asumió como el nuevo presidente de Ecuador. El flamante mandatario se dirigió cerca del mediodía a la sede del Legislativo para la ceremonia de asunción acompañado por su esposa y sus dos hijos. De esta manera, tomó juramento frente a los legisladores y cerca de 1.000 invitados. El presidente del congreso, Henry Kronfle, fue el encargado de proclamar la posesión y colocarle la banda presidencial al nuevo mandatario, quien se convirtió en el más joven en tener este cargo en Ecuador. Asimismo, también se lo condecoró con la orden nacional al mérito en grado de Gran Collar.

Daniel Noboa estará al mando de este país por 18 meses, ya que completará el mando que Guillermo Lasso dejó inconcluso. “Estoy cumpliendo con trabajar hasta el último día de gobierno. Me retiro por la puerta grande de Carondelet, la puerta de la democracia”, dijo brevemente el presidente saliente, quien tuvo como último acto presidencial una entrega de 100 becas de maestría del programa Fortalécete 2023. Vale mencionar que la compañera de fórmula de Daniel Noboa, Verónica Abad, también juró ante el Parlamento para asumir como vicepresidenta de Ecuador.

En lo que refiere al discurso que brindó el propio Noboa, el mismo fue bastante breve. “Hoy inicia el Nuevo Ecuador. Estamos listos para este nuevo reto, para trabajar por el bienestar del país y restablecer la paz de las familias ecuatorianas. Por bien del Ecuador y porque tengo una visión renovada y joven, me lancé a la presidencia sin dudarlo. Pocos pensaban que tenía posibilidades, el resultado de esta elección nos lleva a algunas reflexiones importantes, que aquellos que ven la política como una realidad de extremos y revanchas no tendrán el respaldo popular”. A su vez, también aclaró: “Creo en un Estado que tiene como primer objetivo reducir la violencia y volver del progreso, una costumbre. Más allá de todos los retos que tenemos, creo en el Ecuador, en el cambio y en su futuro. Muchos creen que la juventud es sinónimo de ingenuidad, para mí es sinónimo de fuerza, fuerza para vencer los retos que se nos imponen, porque eso es lo que el Ecuador necesita”. “Siempre he sido una persona de pocas palabras, pero siempre he sido un joven de acción como lo son la mayoría de las ecuatorianas y ecuatorianos, que lo único que piden es una oportunidad. Soy un hombre libre, libre de prejuicios y políticamente distinto para muchos, pero así es el Ecuador: joven, libre, diverso y emprendedor. No podemos seguir repitiendo las mismas políticas del pasado esperando tener un resultado distinto, por eso los ciudadanos votaron por un nuevo Ecuador”, cerró el heredero empresarial y exlegislador.

Del acto, que contó con una enorme seguridad, formaron parte el presidente de Colombia, Gustavo Petro, el vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, y el vicepresidente de Honduras, Renato Florentino Pineda.

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