El huracán ‘Idalia’ impacta en Florida con vientos destructivos y peligrosas crecidas de agua

Más de 470.000 personas sin electricidad y 1,5 millones de evacuados.

Numerosos daños, calles sumergidas, vehículos y viviendas inundados, más de 470.000 personas sin electricidad y 1,5 millones de evacuados. Es el balance inicial que deja el paso del extremadamente peligroso huracán Idalia por el norte del Estado de Florida y Georgia, con vientos que llegaron a los 200 kilómetros por hora antes de que su avance por tierra firme le restara fuerza. Hasta el momento las autoridades no han confirmado la existencia de víctimas mortales, aunque dos personas han fallecido en accidentes de tráfico que pueden acabar atribuidos al ciclón.

El huracán tocó tierra a las 7.45 (13.45 hora peninsular española) en las cercanías de Keaton Beach, en el área conocida como Big Bend, donde la península de Florida se une al resto del continente en el golfo de México. Es una zona pantanosa, de pequeñas aldeas de pesca y escasamente poblada, donde no se había detectado un huracán de estas dimensiones en más de un siglo.

El ciclón, entonces de categoría 3 y vientos de 205 kilómetros por hora, se cebó en esta área. “Tenemos múltiples árboles caídos, escombros en las carreteras, no vengan”, publicaba en redes sociales el cuerpo de bomberos de la isla de Cedar Key. Allí, la subida del nivel del mar llegó a los dos metros, suficiente para anegar el centro de la población. “Están explotando tanques de propano por toda la isla”

Idalia llegó horas más tarde aún como huracán de categoría 1 al Estado de Georgia, al noreste de Florida, donde ha dejado a casi 80.000 personas sin luz, ha causado inundaciones súbitas y ha derribado postes eléctricos, señales de tráfico y árboles. El gobernador de Georgia, Brian Kemp, ha descrito como “un grave impacto” el efecto del temporal en el sur de su Estado, pero ha matizado que “afortunadamente, no ha sido como Mitch”, el ciclón que arrasó ese territorio en 2018. Idalia se dirige hacia Carolina del Sur, adonde llegará ya convertido en tormenta tropical.

Un millón y medio de residentes en zonas costeras del oeste de Florida, un Estado con una población de 22 millones de personas, habían recibido órdenes de evacuar sus viviendas y dirigirse a zonas más seguras, ante el mayor riesgo de esta tormenta: la subida de las aguas, que se temía que en algunos puntos costeros pudieran elevarse hasta cinco metros por encima de los niveles de los últimos días. Según ha puntualizado la administradora de la Agencia Federal de Gestión de Desastres (FEMA, por sus siglas en inglés), Deanne Criswell, la crecida parece haber llegado a un máximo de 4,6 metros, aunque las cifras definitivas podrían ser mayores una vez se midan de modo más preciso los niveles del agua.

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