El primer ministro británico viajó a Irlanda del Norte en busca de apoyo político a su acuerdo posbrexit

El ministro Rishi Sunak intentará obtener el respaldo de los partidos más confrontativos al denominado Marco de Windsor, anunciado ayer junto a la Unión Europea.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, viajó a Irlanda del Norte en búsqueda de apoyo político para el acuerdo anunciado ayer con la Unión Europea (UE), en relación a la actividad comercial de la provincia británica luego del Brexit.

Es “un acuerdo fabuloso que responde a todo lo que cuenta para la gente”, aseguró Sunak al visitar una fábrica de Coca-Cola cerca de Belfast, la capital norirlandesa. Según él, el nuevo compromiso creará “la zona económica más excitante del mundo”, con acceso al mercado británico y al de la UE. “Nadie más tiene eso, solo ustedes”, enfatizó.

El acuerdo, conocido como Marco de Windsor, surgió tras una reunión en el ­castillo real entre el primer ministro británico y la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quienes lograron un “avance decisivo” al pactar nuevas reglas comerciales posteriores al Brexit para Irlanda del Norte.

El convenio reemplaza el antiguo Protocolo de Irlanda del Norte y aborda los problemas que creó, a la vez que proporciona un nuevo marco legal y constitucional del Reino Unido tras su salida del bloque europeo.

Aquel protocolo mantenía a Irlanda del Norte dentro del mercado único europeo de bienes y mercancías, con el objetivo de evitar una frontera terrestre “dura” con la vecina República de Irlanda.

El problema principal era que imponía controles aduaneros a los productos procedentes del resto del Reino Unido. En virtud del nuevo compromiso, solo las mercancías susceptibles de ser exportadas a la República de Irlanda serán sometidas a controles. Para los productos destinados solamente a Irlanda del Norte habrá vía libre.

El acuerdo con la UE se cerró a pocas semanas del 25º aniversario de los Acuerdos de Viernes Santo, que pusieron fin a un conflicto armado de tres décadas (que dejó 3.500 muertos) entre los unionistas, partidarios de la permanencia en el Reino Unido, y los republicanos, partidarios de la adhesión a la República de Irlanda.

El pacto fue bienvenido como una “etapa esencial” para la paz por el presidente norteamericano, Joe Biden, y recibido con entusiasmo por París, Berlín, Dublín y los círculos empresariales británicos.

El gobierno británico sostiene que el acuerdo, negociado arduamente con la UE, permitirá dinamizar los intercambios comerciales con Irlanda del Norte.

Sunak tiene ahora el desafío de convencer al ala derechista de su Partido Conservador, y también al Partido Unionista Democrático (DUP), opuesto a cualquier medida que ponga en cuestión la pertenencia de Irlanda del Norte al Reino Unido.

Los unionistas han bloqueado desde hace un año el gobierno local, bajo el reclamo de que se abandonara el protocolo que imponía una frontera de facto en el mar de Irlanda, y se niegan a la aplicación de facto del derecho de la UE en Irlanda del Norte.

El líder del DUP, Jeffrey Donaldson, dijo a la cadena BBC que el acuerdo responde “en parte a las preocupaciones” existentes, si bien “hay cuestiones que seguimos hablando con el gobierno y con las que nos tomaremos nuestro tiempo”.

Uno de los posibles escollos precisamente es el rol que mantiene el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en la administración del nuevo acuerdo comercial. Ian Paisley, un diputado del DUP, estimó que el nuevo acuerdo “no está a la altura”.

“Es totalmente comprensible que ellos (los unionistas) quieran examinar los detalles del proyecto”, reaccionó en Sky News el ministro de Relaciones Exteriores británico, James Cleverly.

El acuerdo ahora debe ser votado en el Parlamento, pero aún no está claro si el DUP respaldará el acuerdo, al igual que los conservadores partidarios de la línea dura del Brexit, que amenazaron con votar en contra e instaron a que se mantenga el protocolo ideado por el ex primer ministro Boris Johnson durante su gobierno.

Los laboristas, por su parte, se comprometieron a apoyar al Ejecutivo en cualquier acuerdo que lograra con Bruselas sobre el futuro estatus comercial de Irlanda del Norte, al igual que el Partido Liberal Demócrata.

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