"Realmente transformó el campo de la salud mental", señaló su hija, Julie.
El psiquiatra estadounidense
Aaron Beck, considerado el padre de
la terapia cognitiva, un enfoque desarrollado en la década de 1960 que
revolucionó el campo de la psicoterapia, murió hoy a los 100 años.
Beck falleció en su casa en
Filadelfia, en el noreste de Estados Unidos, según un comunicado de su hija
Julie, presidenta del Instituto Beck, organización que ha formado a miles de
profesionales que practican la terapia cognitivo-conductual o TCC, informó la
agencia de noticias AFP.
"Mi padre dedicó su
vida al desarrollo y la prueba de tratamientos para mejorar las vidas de
innumerables personas en todo el mundo que enfrentan problemas de salud",
dijo. "Realmente transformó el campo de la salud mental", agregó.
A diferencia del
psicoanálisis desarrollado por Sigmund Freud, que enfatiza el papel del
inconsciente y anima a los pacientes a ahondar en sus recuerdos, la terapia
cognitiva se ocupa del presente.
En sus primeros años como
psiquiatra, Beck notó que sus pacientes frecuentemente expresaban pensamientos
negativos, como "soy incapaz de...", los cuales llamó
"pensamientos automáticos".
La terapia cognitiva incita
a los pacientes a cambiar la forma en que ven determinadas situaciones y a
identificar esos "pensamientos automáticos" para superarlos. Luego
les invita a probar esas creencias modificadas en la vida cotidiana.
Este enfoque es ahora el método de terapia más practicado en todo el mundo,
utilizado para tratar la depresión, la ansiedad, los trastornos alimentarios,
los trastornos de la personalidad y otros problemas psiquiátricos.