Nicaragua rompe relaciones diplomáticas con Países Bajos

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua comunicó la decisión de romper las relaciones por "la posición injerencista, intervencionista y neocolonialista" de ese país.

El gobierno de Nicaragua anunció la decisión de romper relaciones diplomáticas con los Países Bajos por su "posición injerencista", luego de rechazar la llegada del nuevo embajador asignado por Estados Unidos ante la misma acusación.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua comunicó al Gobierno de Países Bajos su "decisión de discontinuar inmediatamente las relaciones diplomáticas", ante su "reiterada posición injerencista, intervencionista y neocolonialista".

La medida fue anunciada poco después de que el presidente Daniel Ortega asegurara en un acto oficial que su gobierno no quería tener relaciones con el país europeo.

"No queremos relaciones con ese gobierno intervencionista", dijo el mandatario durante un acto en ocasión del 43 aniversario de la Policía Nacional

El presidente reaccionó así a una visita el jueves pasado de la embajadora neerlandesa para América Central, Christine Pirenne, quien llegó a Managua procedente de Costa Rica, donde tienen su sede, para informar que no financiarían la construcción de un hospital, según el mandatario.

Ortega acusó a la diplomática de hablarle a los nicaragüenses como si el país fuera una colonia.

"El que viene aquí a faltarle al respeto a nuestro pueblo, a nuestra patria pues que no vuelva a aparecer por Nicaragua y no queremos relaciones con ese gobierno intervencionista, todas sus miserias que las vaya a gritar afuera, pero aquí en Nicaragua no le permitimos que no respeten a este pueblo", apuntó.

El pasado miércoles, el gobierno pidió la salida de la embajadora de la Unión Europea (UE) en Nicaragua, Bettina Muscheidt, según fuentes diplomáticas y medios locales.

Aunque no se precisaron las razones oficiales de la medida, esa solicitud ocurrió luego de que una delegación de la UE instara el lunes a Nicaragua a "poner fin a la represión" contra opositores, sacerdotes y medios de prensa independientes y a restaurar la "democracia".

Por otra parte, la vicepresidenta y primera dama nicaragüense, Rosario Murillo, reiteró el jueves que el designado embajador de Estados Unidos, Hugo Rodríguez, "no será admitido" en Nicaragua por sus posiciones "injerencistas".

"El señor Hugo Rodríguez, repetimos, no será bajo ninguna circunstancia admitido en nuestra Nicaragua, así que lo tienen claro los señores imperialistas: aquí no entra Hugo Rodríguez", enfatizó la vicepresidenta al dar lectura a una nota de Cancillería en los medios oficiales.

Managua había manifestado su oposición a esa designación el pasado 28 de julio, pero este jueves el Senado estadounidense confirmó su nominación al cargo.

Nicaragua argumentó en aquel momento que decidió retirar el beneplácito a Rodríguez debido a las declaraciones "irrespetuosas" que el diplomático vertió en una audiencia ante el Senado.

En ella, Rodríguez dijo que Nicaragua "se está convirtiendo cada vez más en un Estado paria dentro de la región" y calificó al Ejecutivo de "dictadura".

Abogó además por sacar a Nicaragua del Cafta (Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos).

Las relaciones entre Nicaragua y Estados Unidos se encuentran en un punto extremo de fricción por diferencias políticas.

Estados Unidos considera que Ortega, que va por su cuarto mandato consecutivo y el segundo al hilo con su esposa como vicepresidenta, obtiene triunfos electorales mediante fraude.

A la vez, le viene reprochando continuamente su actitud represiva y persecutoria contra opositores, muchos de ellos aún encarcelados, como así también a los medios y periodistas que discrepan con las medidas oficiales.

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