En una elección clave para América Latina, Brasil va a las urnas entre tensiones políticas y sociales

El gigante latinoamericano se debate entre dos modelos bien diferenciados. Jair Bolsonaro y Lula da Silva se juegan todo en medio de una escalada de violencia.

Brasil, el gigante latinoamericano, elegirá a su nuevo presidente este domingo, y no solo la región, sino el mundo, tiene la mirada puesta en la elección de una de las mayores democracias del globo, con un estimado de 148 millones de votantes.

En estas elecciones generales se ponen en juego dos modelos bien diferenciados de país, no solo en el abordaje económico, sino también en el social. Pese a que entre los candidatos están Ciro Gomes (PDT), Luiz Felipe D’Ávila (NOVO), Simone Tebet (MDB), Soraya Thronicke (União Brasil) y el Padre Kelmón (PTB), la elección está bien polarizada entre el actual presidente Jair Bolsonaro (PL) y el exmandatario Lula da Silva (PT), los favoritos en las encuestas.

Según el análisis de los especialistas en materia política, esta es una de las elecciones más violentas en la historia democrática de Brasil. Es que en el marco de la campaña política se dieron episodios muy cruentos entre ciudadanos de uno y otro lado de “la grieta brasileña”. Los reportes de los medios nacionales marcaron hasta crímenes, como el caso de un bolsonarista que ingresó a un bar, preguntó quién era adepto a Lula y, ante la respuesta positiva de un hombre, lo mató.

En este contexto, una encuesta del instituto Datafolha señala que 7 de cada 10 ciudadanos tienen miedo de ser víctima de agresión por su posición política; al tiempo que un 46% de los votantes dice que “ha dejado de hablar con ­amigos y familiares sobre política”, mientras que un 53% señaló “haber cambiado el comportamiento en las redes sociales por razones ­políticas”.

Los candidatos también siguieron una línea argumental muy fuerte, con acusaciones feroces y un debate que, como señaló diario Hoy, dio cuenta de la disparidad en sus posiciones. Por ejemplo, Bolsonaro acusó en reiteradas ocasiones a Lula de “corrupto”, pese a que la Justicia se ha expresado a su favor. En tanto, Lula le aseguró que el 2 de octubre “el pueblo te va a mandar a casa y voy a acabar con tu decreto de 100 años, a ver qué escondes tanto”.

En Brasil hay grandes expectativas de los sectores sociales y de los trabajadores, que en los últimos cuatro años tuvieron fuertes altercados con el presidente Bolsonaro, más cercano a los sectores tradicionales y del Ejército. Organizaciones de pueblos originarios, feministas, ambientales, estudiantiles y gremiales se han manifestado en apoyo a Lula, que inició una gira de campaña en donde mantuvo encuentros con esos sectores.

La relación con la Argentina

En tanto, la Argentina estará al pendiente de lo que ocurra en el proceso electoral del país vecino, no solo por tener el Gobierno del Frente de Todos una mayor o menor afinidad ideológica con Lula que con Bolsonaro, sino por las relaciones comerciales que, gane quien gane, será clave mantener.

Alberto Fernández tuvo pocos encuentros con Bolsonaro, el primero de ellos en el marco del G20 en Roma; una de las conversaciones más extensas se dio en la previa de la Cumbre de las Américas, donde hablaron de la ­“preocupación por el tema energético” y “sobre de qué modo podemos trabajar en la integración energética”, según señaló el mandatario argentino.

En cambio, con Lula lo une una mayor afinidad. Incluso Fernández, en plena campaña presidencial, lo fue a visitar a la cárcel en Brasil y reiteró su apoyo en más de una oportunidad. En diciembre de 2021, Lula llegó a la Argentina y mantuvo una cena junto a Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner. Al día siguiente, compartieron escenario en Plaza de Mayo, donde el brasilero llamó a “luchar por una América Latina más justa e igualitaria”.

Hay “confianza en las instituciones” por las elecciones

Como la elección en Brasil es clave para el continente, desde los Estados Unidos siguen con atención el proceso y señalaron “confiar en la solidez de las instituciones” en medio de las tensiones.

Así lo expresó el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien marcó que Brasil “tiene instituciones democráticas muy fuertes, incluyendo instituciones electorales muy fuertes, que lo han demostrado una y otra vez”.

“Esperamos que ese sea el caso en las próximas elecciones de este fin de semana”, remarcó Blinken, según consignó la agencia AFP. El funcionario, quien compartió una conferencia de prensa con su par de Canadá, Melanie Joy, fue consultado sobre las denuncias del presidente y candidato a la reelección Jair Bolsonaro acerca de la chance de un fraude, pero Blinken dijo no querer “interferir” en los asuntos internos de otro país.

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