La capital de Japón informó hoy su mayor número de nuevos casos de coronavirus en casi seis meses, a poco más de una semana de la apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Los 1.149 contagios de las últimas 24 horas en Tokio constituyen la cifra más elevada para una jornada en la ciudad desde los 1.184 del 22 de enero pasado.
También marcaron el vigésimo quinto día consecutivo en que los casos fueron más altos que una semana antes, dijeron autoridades sanitarias de Tokio.
Los números crecientes se dieron a conocer el mismo día en que el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, realizó una visita de cortesía en Tokio al primer ministro japonés, Yoshihide Suga.
Suga y Bach prometieron que los Juegos Olímpicos de Tokio, que se realizarán entre el 23 de julio hasta el 8 de agosto, serán "seguros y protegidos".
Tokio y prefecturas, nombre como se las conoce a las jurisdicciones, vecinas entraron el lunes pasado en una estado de emergencia declarado la semana pasada por Suga ante el persistente aumento de los casos de coronavirus, que fue atribuido a la variante Delta, que es más contagiosa.
En virtud del estado de emergencia, los Juegos Olímpicos se realizarán sin público, luego de haberse suspendido el año pasado por la pandemia.
Algunos lugares periféricos permitirán algunos espectadores, y los fanáticos del extranjero fueron prohibidos hace un mes.
Aproximadamente 11.000 atletas y decenas de miles de periodistas, árbitros y sponsors ingresarán a Japón para los Juegos Olímpicos, cuya ceremonia de inauguración será en el nuevo Estadio Nacional de Tokio, valorado en 1.400 millones de dólares.
Los Juegos Paralímpicos, que empiezan el 24 de agosto, agregarán unos 4.400 atletas más.
A pesar de la oposición de gran parte de la comunidad médica japonesa, el COI y el Gobierno de Japón siguieron adelante con los Juegos, en parte porque el COI saca casi el 75% de sus ingresos de la venta de derechos de transmisión.
Desde el inicio de la pandemia, Japón registró alrededor de 825.000 contagios y 15.000 muertes debido a la Covid-19, números bajos según muchos estándares, pero no tan buenos como los de algunos de sus vecinos asiáticos.