El gobierno venezolano llevó a las Naciones Unidas su pedido al considerar que las acciones estadounidenses son contrarias a lo consagrado en el derecho internacional.
La representación del gobierno de Venezuela exhortó al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a que se exija el cese inmediato de las acciones militares de Estados Unidos en el mar Caribe.
Alexander Yánez, representante permanente de Venezuela ante la ONU en Ginebra, señaló que “los mismos oficiales de EE. UU. aseguran que estas acciones han resultado en asesinatos extrajudiciales de civiles, con la intención de sembrar terror en nuestros pescadores y nuestro pueblo”, por lo que es fundamental “que se respete la soberanía política y territorial de Venezuela y de toda la región caribeña”.
Durante su intervención, Constant denunció que Estados Unidos realizó ejecuciones extrajudiciales en aguas del Caribe mediante el uso de misiles inteligentes contra pequeñas embarcaciones artesanales. Señaló que se trata de actos que violentan todo principio del derecho internacional.
“Estas acciones que configuran violaciones flagrantes a la Carta de la ONU, amenazan gravemente la estabilidad hemisférica y ponen en peligro los derechos humanos del pueblo venezolano y de la región”, completó.
Estados Unidos desplegó ocho buques y un submarino en el mar Caribe para combatir el narcotráfico y desde inicios de septiembre ha destruido tres embarcaciones que presuntamente traficaban droga, con un saldo de 14 muertos, según el presidente estadounidense, Donald Trump.
“Guerra no declarada”
El gobierno venezolano advirtió que, con su despliegue en el Caribe, el gobierno de Estados Unidos ha emprendido una “guerra no declarada”.
“Es una guerra no declarada, y ya se puede ver cómo personas, sean o no narcotraficantes, han sido ejecutadas en el mar Caribe; ejecutadas sin derecho a la defensa”, sostuvo Vladimir Padrino mientras presentaba un informe sobre los recientes ejercicios militares de Venezuela en el Caribe.
Los ejercicios responden al despliegue realizado por Estados Unidos, que acusa al presidente de Venezuela Nicolás Maduro de encabezar el cartel de los Soles y ofrece 50 millones de dólares por su captura.