YouTube suspendió el canal de Donald Trump por tiempo indefinido
La plataforma de videos suspendió el canal del expresidente de Estados Unidos de manera indefinida. De este modo, su abogado, Rudy Giuliani, ya no podrá ganar dinero por “difundir noticias falsas”, informaron medios norteamericanos.
YouTube suspendió el canal del ahora expresidente Donald Trump tras el violento asalto al Capitolio el 6 de enero, y hace una semana anunció que prolongaba esta medida.
La plataforma estadounidense, propiedad de Google, había sido criticada por la lentitud de su respuesta frente a las medidas más radicales de otras redes sociales, por lo que YouTube simplemente suspendió la difusión de nuevos videos en la cuenta oficial del exmandatario.
“Dada la preocupación sobre los todavía posibles actos de violencia, la cuenta de Donald J. Trump seguirá suspendida”, declaró una vocera de la plataforma sobre la decisión que se suma a la de la red social Snapchat, que la semana pasada resolvió convertir en definitiva la suspensión provisoria de la cuenta de Trump.
Ya otras redes sociales habían tomado medidas similares, antes Facebook había suspendido no solo la cuenta del exmandatario, sino también aquellas que difundieran contenido relacionado que pudiera incitar a la violencia antes de la toma del poder por parte de Joe Biden. Twitter, la plataforma favorita del republicano, también lo suspendió de manera definitiva, al igual que Twitch.
Por otro lado, YouTube confirmó que le impidió temporalmente a Giuliani beneficiarse de su programa de partners (socios), que permite monetizar los videos, por incumplir de manera reiterada las reglas de la plataforma sobre desinformación durante las elecciones estadounidenses. De esta forma, el abogado y exalcalde de Nueva York, cuyo canal tiene 600.000 abonados, ya no tiene acceso a ciertas funciones y ya no puede percibir dinero de los espacios publicitarios difundidos antes de los videos.
Pero este sería el menor de los problemas para Giuliani, que a sus 76 años, se arriesga además a ser expulsado del Colegio de Abogados de Nueva York, después de alimentar teorías que aseguraban, sin pruebas, que se manipularon los comicios del 3 de noviembre pasado en beneficio de Biden.
La ola de cierre de cuentas y suspensiones desató un debate en todo el mundo sobre la libertad digital, el derecho a la información, la libertad de expresión y sobre la pertinencia de que sean las mega empresas, representantes de la élite tecnológica, quienes zanjen el problema, al margen de toda referencia a una ley elaborada desde el Estado y sus representantes electos.
De momento, las redes sociales se comportan de la misma forma que el electorado estadounidense y optan, al igual que los votantes, por darle la espalda al personaje que durante cuatro años gobernó con la doctrina del odio sobre su escritorio.