Crisis libertaria: el Gobierno expuso su guerra interna
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, admitió la ruptura entre Javier Milei y Victoria Villarruel. La interna ya no se oculta y pone en jaque al Gobierno.
La interna entre Javier Milei y Victoria Villarruel dejó de ser un tema de pasillos para convertirse en un hecho reconocido públicamente desde el propio oficialismo. Este miércoles, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, admitió que el Gobierno atraviesa una “crisis política”, al referirse al enfrentamiento con la vicepresidenta. La tensión, que se arrastra desde el inicio de la gestión, se profundizó en los últimos días y amenaza con alterar el delicado equilibrio del poder.
Polémica, acusaciones y viejos fantasmas
El conflicto estalló cuando Villarruel permitió una sesión solicitada por bloques opositores para debatir temas como las jubilaciones, el financiamiento universitario y una nueva moratoria previsional. Desde la Casa Rosada y La Libertad Avanza desconocieron la convocatoria y atacaron a la vicepresidenta, con duros mensajes del propio Milei, Patricia Bullrich y figuras del oficialismo.
Lejos de retroceder, Villarruel contraatacó: cuestionó los gastos del Ejecutivo, incluyendo el uso de fondos reservados en la SIDE y los viajes presidenciales y hasta deslizó críticas a Karina Milei, secretaria general y hermana del Presidente. La disputa, ya sin disimulo, dejó al descubierto una puja por el poder entre sectores internos del oficialismo, con consecuencias todavía difíciles de medir.
Francos, intentando contener los daños, lamentó la exposición pública del enfrentamiento y buscó relativizar el rol de Villarruel al recordar el caso de Julio Cobos en 2008. Pero su analogía no logró calmar las aguas, en el Senado la vicepresidenta conserva la llave para habilitar sesiones y es una figura clave en el juego parlamentario.
Gobernabilidad en riesgo
Cabe señalar que Villarruel había buscado desde principios de año instalar su propio perfil político con gestos hacia sectores del peronismo no kirchnerista, algo que generó incomodidad en el círculo íntimo del Presidente, especialmente en Karina Milei y el asesor Santiago Caputo.
Analistas políticos advierten que un quiebre entre Milei y Villarruel puede traducirse en parálisis legislativa, debilitamiento del bloque oficialista y pérdida de control en el Senado.
Mientras tanto, la crisis se instala en el centro de la escena y amenaza con prolongarse, en un momento donde el Gobierno necesita mostrar cohesión y fortaleza.