"No están dadas las garantías para una investigación totalmente imparcial y sin riesgos"

La ex esposa del fiscal puso reparos sobre la marcha de la pesquisa y resaltó que pidió un veedor de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

"En esta coyuntura judicial, política y mediática, no están dadas las garantías para que sea una investigación totalmente imparcial y sin riesgos para cumplir los fines del proceso", afirmó la jueza federal de San Isidro y ex esposa del fiscal Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado, un día después de la masiva movilización del 18F.

En ese marco, sostuvo que "le parece muy importante que el resultado [que arroje la investigación] sea un resultado que crea la opinión pública; que la justicia le dé confianza a la gente".

Respecto de la investigación, aseguró que desea que sus colegas "trabajen tranquilos, no condicionados", especialmente en estos casos que trascienden a la opinión pública y donde cualquier juicio de valor puede entorpecer o resultar perjudicial para sus avances.

"No quiero emitir juicios de valor, más allá de la manifestación que hice, en la que plasmé e hice saber ciertas cuestiones. Entiendo que es importante mantener informada a la sociedad. No hay que malograr la investigación", advirtió. Y prosiguió: "Estamos tratando de que se despeje en el expediente si esto fue un suicidio o un homicidio. Tener la certeza que yo tengo no es objetiva [la jueza dijo en varias oportunidades que descree que su ex marido se haya suicidado]".

La jueza Sandra Arroyo Salgado aseguró que Alberto Nisman no tenía motivos para quitarse la vida. Criticó el curso de la investigación judicial. Dijo que la marcha fue "emocionante" y agradeció las muestras de afecto

"Por su personalidad, porque entiendo que no tenía motivos. De ningún modo admito esa posibilidad y mucho menos como se ha presentado, con un arma de por medio". Por primera vez, la jueza Sandra Arroyo Salgado aseguró en público que está convencida de que su ex marido, el fiscal Alberto Nisman, fue víctima de un homicidio.

Arroyo Salgado encabezó la movilización de silencio que se realizó el 18 de febrero entre el Congreso y Plaza de Mayo. Este jueves, la jueza federal aseguró que está impactada por la cantidad de personas que se sumaron a la marcha. "Fue muy emocionante y muy difícil para mí y para mi hija", admitió.

"Esto me genera una gran responsabilidad. Todas las expresiones de la gente, que a nuestro paso me reconocía y me manifestaba palabras de apoyo, de fuerza, de confianza en lo que yo pudiera hacer. Sin duda muchas personas no desconocen que yo pertenezco al sistema de administración de justicia y para mí es una gran expectativa por todo lo que la gente piensa en que podemos colaborar desde la querella", aseguró Arroyo Salgado en diálogo con Mario Pergolini en radio Vorterix.

La magistrada, querellante en representación de sus hijas en el expediente judicial, deslizó algunas críticas a la investigación de la fiscal Viviana Fein. Puntualmente, cuestionó que se haya realizado la autopsia sin que las partes hubieran designado a sus peritos. A modo de ejemplo, recordó que ella tomó un camino muy distinto cuando le tocó entender en el caso del ex prefecto Héctor Febres.

La ex mujer de Nisman admitió que el regreso del fiscal a Buenos Aires fue intempestivo. Ella y sus hijas se enteraron el mismo domingo 11 del regreso del ex titular de la UFI-AMIA a Buenos Aires desde Europa, en donde la familia festejaba el cumpleaños de 15 de la hija mayor.

"Me entere ese mismo día que se iba. Después, aparentemente, (se informó que) él habría sacado pasajes el día 30, según dijo en conferencia de prensa la fiscal (Fein). Conociéndolo, convivimos 17 años, era una persona sumamente previsora", analizó.

Esa vuelta al país -admitió Arroyo Salgado- generó un roce en la ex pareja, fundamentalmente porque alteraba el plan familiar y obligó a que la hija mayor del matrimonio quedara unas horas sola en el aeropuerto madrileño de Barajas: "Tuvimos un entredicho porque fue todo muy sorpresivo".
Juan Cruz Sanz

"Más allá de ejercer su vocación por la Justicia y el derecho, para mí la familia es una prioridad. Fue impactante para mí. Me dijo que se volvía por una operación de la mamá y yo le pregunté si no podía esperar. Desconozco (las razones), tal vez puedo conjeturar algunas razones, pero ese día yo no tenía claro por qué se estaba yendo", apuntó.

La marcha de la investigación también fue un tema central de la entrevista. La jueza Arroyo Salgado reiteró que solicitó la intervención de un veedor internacional para que el proceso se desarrolle con normalidad porque se está ante un hecho que se llevó a cabo de manera "muy sofisticada".

"Yo me vi en la obligación de pedir un veedor de la CIDH porque en esta coyuntura judicial, política y mediática no están dadas las garantías que requiere una investigación imparcial y sin riesgos. Me parece muy importante que la opinión pública crea", argumentó.

La ex mujer de Nisman reconoció que "conocía a Lagomarsino", pero no quiso explayarse al respecto porque hay cuestiones sobre las que aún no le han preguntado y prefiere "no condicionar la investigación". En ese contexto deslizó una crítica por las filtraciones del contenido de las declaraciones que se realizan en sede judicial, pero rápidamente llegan a los medios.

Finalmente Arroyo Salgado hizo una evaluación final de la marcha: "Nosotros somos una circunstancia en la vida institucional. Lo que vi ayer es que la gente necesita poder creer en la Justicia".

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