Alberto Fernández propuso que "la utopía sea la igualdad"

El presidente se expresó a través de redes sociales al celebrarse el Día de la Restauración de la Democracia y el Día Internacional de los Derechos Humanos.

El presidente Alberto Fernández hizo hoy un llamado a que "la utopía sea la igualdad", al celebrarse el Día de la Restauración de la Democracia y el Día Internacional de los Derechos Humanos.

"Hace 40 años, nuestra utopía fue la democracia. Hoy les propongo que nuestra utopía sea la igualdad", posteó el mandatario en sus redes, al cumplirse un nuevo aniversario de la restauración democrática con la asunción de Raúl Alfonsín el 10 de diciembre de 1983.

El jefe de Estado se pronunció también sobre las desigualdades que afectan al mundo y, en ese sentido, llamó a terminar con las injusticias a través de un video en el que conmemoró el Día Internacional de los Derechos Humanos, que se celebra cada 10 de diciembre.

El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó un documento -la Resolución 217 A (III)- que establece en 30 artículos los derechos humanos considerados básicos, y que desde entonces es conocido como "la Declaración Universal de los Derechos Humanos".

En relación a este aniversario, Fernández publicó esta mañana un video alusivo de 3.42 minutos de duración, y cuyo texto completo, leído en la secuencia por el propio mandatario, es el siguiente:

"Hoy comenzamos el camino hacia los 40 años de la recuperación de la democracia. Impulsados por el sufrimiento de la guerra de Malvinas y el clamor de nuestras Madres y Abuelas pidiendo respuesta por los desaparecidos, logramos que se terminara la dictadura militar y que asumiera un presidente democrático.

Hicimos posible lo que parecía imposible. Y esa es una victoria de nuestra sociedad.

Sabemos que en democracia vivimos mejor. Pero también es cierto que no pudimos, no supimos, terminar con las injusticias y las desigualdades. Así como quienes vivimos la dictadura sabemos que la vida cotidiana es hoy notoriamente mejor que hace cuarenta años atrás, los más jóvenes se enfrentan a un mundo injusto, lleno de frustraciones, donde cada mañana nos preguntamos hacia dónde vamos, para qué hacemos lo que hacemos. Con preocupación por el presente e incertidumbre por el futuro.

Por eso yo hoy quiero invitarlos a soñar los próximos cuarenta años. No podemos perder más tiempo. Es el momento de mirarnos a los ojos, reconocer todo lo que logramos, y hacernos cargo de lo que falta.

Hablemos de todo lo que haya que hablar. Debatamos. Hagamos acuerdos mínimos para construir la gran nación que soñamos.

Hablemos del modelo económico para el crecimiento y la distribución. Hablemos del modelo de desarrollo en relación a las necesidades ambientales. Hablemos de salud, pero no solo de enfermedades, hablemos de una salud colectiva. Hablemos de desigualdad social, de género y étnico-racial. Hablemos de la educación que necesitan los hijos del futuro y debemos empezar hoy mismo.

Hablemos de justicia, sin duda una de las grandes deudas, que daña nuestra democracia. Hablemos de la riqueza, el talento y la energía que habita nuestro suelo. Hablemos de todo.

Y discutamos todo lo que haya que discutir. No importa si hay conflictos, porque los conflictos y sus resoluciones nos hacen más libres. Porque hablar con el que piensa distinto genera integración, porque separados nos quieren los que solo le hacen daño al pueblo.

Ustedes saben: dentro de la democracia todo lo que quieran.

Afuera, nada. Porque democracia es libertad.

Libertad de elegir a quienes nos gobiernan, pero también libertad de elegir la vida que deseamos. Libertad para encontrarnos y también para disentir y diferenciarnos. Nadie se desarrolla libremente si no forma parte de una comunidad armónica. No alcanza solo con la libertad: necesitamos un Estado que garantice la igualdad de oportunidades, que le de a cada uno las herramientas para buscar su felicidad y realizar sus proyectos de vida.

Hace cuarenta años, nuestra utopía fue la democracia. Yo les propongo que nuestra utopía hoy sea la igualdad. Hagamos un gran acuerdo para terminar con las cadenas de desigualdad que condenan a muchos de nuestros compatriotas. Porque la democracia es hacer por el otro, pero sobre todo por los que menos tienen. Hoy el verdadero desafío, la verdadera revolución, es la búsqueda de la igualdad.

Como supimos construir la democracia, sepamos construir la igualdad social: con perseverancia, con solidaridad, con imaginación, hermanados en la lucha, construyendo de forma colectiva, laboriosos, unidos, esperanzados.

En este día que podemos escuchar bien a nuestra historia, sabremos que el pasado nos dice que el futuro es fraternidad, igualdad, y libertad".

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