Alianzas históricas: ¿cooptar al electorado o unión por los principios?

En el marco de las instancias decisivas frente al balotaje de este 19 de noviembre, diario Hoy dialogó con Carlos Ciappina, profesor de Historia de la UNLP, quien brindó su análisis sobre las coaliciones que marcaron la historia argentina.

Durante la semana que pasó, la política argentina se vio movilizada ante el apoyo brindado por la excandidata a presidente de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich, al líder de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei. Con referencia a este suceso, diario Hoy mantuvo una entrevista con Carlos Ciappina, profesor de Historia de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social y doctor en Comunicación.

Ciappina introdujo el tema de las alianzas como una “tradición política, pese a que, durante buena parte del siglo 20, hubo dos grandes partidos”, con referencia al peronismo y el radicalismo, “pero, aun así, durante las elecciones siempre se conformaban alianzas electorales o frentes”.

La Concordancia fue una de las primeras que destacó el académico, formada en el año 1931 integrada por el Partido Demócrata Nacional, la Unión Cívica Radical (UCR) antiyrigoyenista y el Partido Socialista independiente, formada luego del Golpe de 1930 y que gobernó alternando demócratas, radicales y socialistas hasta el Golpe de 1943. “Era una alianza más bien conservadora durante lo que se llamó La Década Infame, pues, durante casi 15 años, gobernó proscribiendo al principal partido popular de ese momento que era el partido yrigoyenista”, destacó el doctor en Comunicación.

Asimismo, otra de las coaliciones electorales fue la Unión Democrática (UD) realizada en 1945 y que se presentó como una opción contra el Laborismo que, en 1943, era el partido donde estaba Juan Domingo Perón, “el naciente peronismo”, refirió el historiador. Por su parte, el académico expresó: “En las elecciones de febrero de 1946, se presenta la UD que reúne a la UCR, al Partido Socialista, Partido Comunista y al Partido Demócrata Progresista para enfrentar al Partido Laborista, el cual, a su vez, también agrupaba algunos segmentos del radicalismo y socialismo. La UD perdió esa elección, pero dejó una huella en la historia argentina”.

En esta línea, Ciappina destacó como “una de las más relevantes” a la Unión Cívica Radical - Junta Renovadora, con Juan Domingo Perón como candidato a presidente y Hortensio Quijano, quien provenía del radicalismo, como vicepresidente.

“Es la elección en la que Perón gana por primera vez en 1946 con una alianza compuesta por el Partido Laborista, la Unión Cívica Radical, la Junta Renovadora y el Partido Independiente. Allí nace el primer gobierno peronista”, recordó el profesor de historia.

Más adelante, el Frente Justicialista de Liberación Nacional se formó para las elecciones del año 1973 con el retorno de Perón. “Era un frente muy amplio que triunfó electoralmente”, aseveró Ciappina y agregó: “Fue relevante porque el peronismo amplió considerablemente su base electoral, recordemos que Perón, en el año 1973, obtuvo el 62% de los votos, por lo que fue una coalición muy relevante que incluyó buena parte del arco político a izquierda y a derecha”.

Luego, el académico destacó el gobierno de la Alianza en el año 1999, conformado por el radicalismo, sectores del Partido Socialista Democrático y del peronismo antimenemista: “No solo fue un frente electoral, sino que cogobernó en un modo frente y triunfó sobre Duhalde y gobernó hasta la crisis del 2001”.

En cuanto al Frente para la Victoria, fundado en 2003, incluyó al peronismo, al Frente Grande, el Partido de la Victoria, el Partido Comunista, el Movimiento Nacional alfonsinista de los radicales, el Nuevo Encuentro, el Partido Solidario o los movimientos sociales, y mencionó que: “En ese momento, esa coalición le dio triunfo y el segundo mandato a Cristina Fernández de Kirchner para el período 2007-2011 y es uno de los frentes más exitosos en términos electorales”.

El caso Bullrich-Milei

En lo que respecta al fenómeno de las alianzas en el arco político nacional, el historiador realizó su análisis: “No provocan ni inestabilidad en los partidos, ni debilidad, sino que dependen del contexto electoral en el cual se despliegan. En el caso argentino, las alianzas electorales no se trasladan totalmente al campo de la gestión en caso de triunfar. Lo que se busca es ampliar su base electoral y, en ese sentido, si los partidos tienen una estructura orgánica ya definida, la alianza no implica una pérdida, sino más bien reforzar un funcionamiento orgánico”.

“Según mi estudio, las alianzas que generan consensos con respecto a su sentido y hacia dónde van, en caso de triunfar una elección y luego desarrollan el proceso electoral, tienen mayor seriedad que aquellas que solo despliegan su modo de constituirse en el proyecto electoral, como si fuera una coalición en la que no importara la construcción de consenso o lo que se piensa y se propone, sino que importa tratar de captar a la mayor cantidad de electores posibles”, repasó Ciappina.

“Con respecto al pasaje de la candidata a presidente Patricia Bullrich al espacio de Javier Milei, yo creo que precisamente fue un pasaje tan abrupto y es una muestra de lo que no debiera ser”, expresó el doctor, y continuó: “En términos políticos electorales, allí se ve que primó el sentido de cooptar al electorado e incluso ocupar algún cargo público en la elección, antes que la consistencia de los principios”.

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