El abogado de Calvete trabaja en la Oficina Anticorrupción
El coimagate suma un nuevo escándalo: el jefe del entramado de coimas es defendido por un funcionario del Gobierno
El ministro defiende el tipo de cambio y desestima advertencias sobre pérdida de competitividad y cierre de empresas.
28/11/2025 - 00:00hs
El ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a confrontar con los economistas y empresarios que cuestionan el valor actual del dólar. En un mensaje difundido en redes sociales, aseguró que la Argentina atraviesa un caso inédito, con exportaciones en niveles récord pese a quienes sostienen que la divisa está atrasada. El posteo incluyó un gráfico con el repunte de las ventas externas, aunque sin precisar qué sectores explican ese desempeño.
El Gobierno busca instalar la idea de que el tipo de cambio vigente no representa un problema. Sin embargo, especialistas advierten que el valor del dólar desalienta la producción local y facilita el ingreso de importaciones, lo que se traduce en cierres de empresas y pérdida de empleo. Según economistas, el atraso cambiario constituye un obstáculo para el desarrollo sostenido y erosiona la competitividad de la industria.
Falta de transparencia en los datos
El planteo del ministro omite detalles sobre el perfil de las exportaciones. La ausencia de estos datos impide conocer si el repunte responde a un abanico amplio de sectores o si se concentra en actividades con ventajas naturales. Informes privados y las últimas estadísticas del Indec señalan que el crecimiento se apoya principalmente en la energía vinculada a Vaca Muerta y en el agro, dos rubros que cuentan con condiciones estructurales favorables frente al resto de la economía. La falta de información oficial refuerza la percepción de que el Ejecutivo elige mostrar solo los números que le convienen.
Un relato que choca con la realidad
La discusión sobre el tipo de cambio se convierte en un nuevo capítulo de cruces entre el Gobierno y los especialistas. Mientras Caputo insiste en que los resultados avalan su estrategia, los analistas remarcan que el modelo actual no garantiza un desarrollo equilibrado ni protege a la producción nacional. El contraste entre la narrativa oficial y los indicadores económicos alimenta la idea de que la política cambiaria se sostiene más en la defensa discursiva que en un diagnóstico integral.
La insistencia en negar el atraso cambiario puede reforzar la narrativa gubernamental, pero deja sin respuesta las advertencias sobre los costos que enfrentan la industria y el empleo. El Gobierno se aferra a un relato que exhibe récords en exportaciones, aunque detrás de esa foto se esconde una economía fragmentada y con sectores debilitados.