Así lo explicó a este medio el fiscal Horacio Azzolín

Ciberdelincuencia: cómo se investigan los delitos informáticos

En diálogo con este medio, el fiscal federal Horacio Azzolín explicó en qué consiste la unidad especializada en ciberdelitos que dirige. En lo que va del año, su equipo ya intervino en 400 casos, que van desde la venta de droga por internet hasta los fraudes bancarios

En diciembre de 2015, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, creó la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci) y, de esta forma, dotó al Ministerio Público de una estructura exclusivamente dedicada al tratamiento de los delitos en la red. 

La puesta en funcionamiento de esta unidad especializada demandó un puntilloso diagnóstico previo por parte del fiscal federal Horacio Azzolín, quien luego confeccionó un informe sobre cuál es la mejor manera de interactuar con los fiscales federales de todo el país para ayudarlos a combatir la ciberdelincuencia.

En diálogo con diario Hoy, Azzolín explicó: “Lo que hacemos es trabajar con los fiscales en sus casos, asesorándolos en el diseño de una estrategia de investigación, porque requiere conocimientos especiales, para que ellos tomen la información lo mejor posible: qué tienen que hacer y cómo tienen que seguir”. Por otra parte, manifestó: “Al estar especializados, nos dedicamos justamente a este tipo de situaciones para después ayudar a los fiscales, porque ellos tampoco tienen por qué estar especializados en la materia”.

Las huellas virtuales

Para empezar a investigar un caso, el fiscal federal y su equipo parten de la base de que todo ataque informático deja una huella. Además, para realizar su trabajo, la Ufeci cuenta con un equipo interdisciplinario de 16 profesionales: abogados, técnicos informáticos y politólogos. Su tarea también consiste en brindar herramientas de apoyo en laboratorios, métodos de investigación, obtención, análisis y preservación de la prueba.

Por otra parte, el funcionario mencionó que, “además, tenemos nuestras propias investigaciones dentro de los cuatro o cinco temas que trabajamos anualmente, que tienen que ver con los fenómenos criminales que más nos interesa abordar en el año. Fundamentalmente, es lo que tiene que ver con los fraudes bancarios y con ciertos ataques informáticos que se están dando en infraestructuras del país”.

De hackers y crackers

Con respecto a los delitos en las redes sociales, el fiscal comentó que la Ufeci interviene cuando se lo piden. Con referencia a los términos hacker y cracker, Azzolín dijo que “no deberían usarse como palabras peyorativas, están mal categorizadas. Lo que tenemos son técnicos informáticos con conocimiento en seguridad informática. El hacker es una forma de ser, y cracker es un término inglés que no tiene aplicación práctica en la Argentina”.

“Hicimos un diagnóstico que dio como resultado que en 2016 tuviéramos 200 intervenciones, y este año ya vamos por las 400. La particularidad que tiene internet no tiene que ver con la zona. Por supuesto que donde hay más población con red hay mayores posibilidades de que se cometan delitos, y tenemos una gran cantidad. En términos generales, en las grandes ciudades tenemos muchos casos, como Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata, Mendoza, Salta, Córdoba y Rosario”, detalló el fiscal.

Dealers en la web

Uno de los delitos que investiga la Ufeci es el cibernarcotráfico. Al respecto, Azzolín explicó que “se ha detectado un crecimiento de la venta de estupefacientes a través de internet, y tenemos algunos casos en los cuales estamos trabajando. Se investigan sitios web y portales que se dedican a vender estupefacientes como si fuese delivery, pero en vez de pizza llevan cocaína. Lo lógico es que los delincuentes utilicen WhatsApp y otras aplicaciones similares desde la cárcel o sus casas para organizar. Es bastante común en nuestro ambiente”.

Sobre los ilícitos a través de la red, el funcionario judicial consideró importante destacar que “la utilización de internet para cometer delitos es cada vez más común”. A su vez, remarcó que “la evidencia digital está cada vez más presente en las investigaciones” y que “eso requiere que todos los organismos judiciales y policiales tengan unidades especializadas, porque no es lo que viene, es lo que ya está”.

Los riesgos de que adivinen las contraseñas bancarias

Entre los ilícitos que surgieron en los últimos tiempos, hubo varios ataques a las cuentas bancarias mediante la utilización de los usuarios y claves de los clientes. “¿Cómo se hace para saber tu contraseña? O alguien te instaló un programa en tu dispositivo que le permite saber todo lo que tipeás en el teclado o la escribiste en un papel. La contraseña no es vulnerable sino que vos o tu dispositivo lo son. Las personas que hacen ataques informáticos no tienen la bola de cristal, pueden adivinar tu contraseña en función de hacer una ingeniería social para saber todo sobre vos”, comentó el fiscal federal Horacio Azzolín, especialista en esa problemática.

“Esa persona toma tu foto de perfil de WhatsApp, ve que cambiaste la imagen dos veces entre ayer y hoy y sabe que viajaste. Empieza a averiguar en Facebook y ve que tenés un perro y trata de averiguar el nombre de la mascota por los comentarios que dejan tus amigos, empieza a probar tu nombre, el de tu perro y tu posible edad, y ahí sacó tu contraseña”, explicó.

Al respecto, el fiscal aclaró que “si hacés una contraseña que no tiene nada que ver con vos o pusiste el nombre de una canción que nunca usás es muy difícil que la pueda adivinar, pero si ponés la frase que tenés tatuada va a ser muy fácil. La otra posibilidad es que tengas un dispositivo que pueda ser infectado porque no tenés antivirus o un sistema operativo falso. Entonces te venden un programa y cuando ponés tu usuario y tu contraseña, el software lee lo que escribiste en el teclado. Después el intruso rescata esa información y ese es el mecanismo de ataque general”.

Azzolín advirtió, además, que cuando se utiliza wifi en sitios abiertos o lugares públicos es posible que también esté conectada alguna persona que esté inspeccionando la red y tomando datos de lo que los demás escriben. “Eso es muy peligroso, por eso hay que usar wifi que sabés que es seguro, sobre todo para trámites en homebanking”, concluyó el especialista.

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