Cristina denunció persecución judicial y apuntó contra Stornelli

La expresidenta habló de extorsión y torturas a los “arrepentidos” de la Causa Cuadernos, y advirtió sobre un sistema judicial al servicio del poder político.

Política

14/11/2025 - 00:00hs

El inicio del juicio oral por la causa Cuadernos volvió a colocar a Cristina Fernández de Kirchner en el centro de la escena judicial y política. La expresidenta realizó un extenso posteo en el que denunció que el proceso no busca justicia sino disciplinar a la oposición. Para ella, lo que se presenta como investigación de corrupción es en realidad una maquinaria de persecución sostenida por jueces y fiscales alineados por intereses económicos y políticos.

En sus declaraciones, Cristina cuestionó la figura de los “arrepentidos”, a quienes definió como “extorsionados”. Según su relato, empresarios y funcionarios fueron sometidos a condiciones de aislamiento y vigilancia que constituyen formas de tortura psicológica. La exmandataria citó el caso de Víctor Manzanares, cuyo abogado describió un régimen de encierro con luz permanente y cámaras las 24 horas. Para Kirchner, se trata de “tortura blanca”, un método diseñado para quebrar la mente sin dejar huellas físicas.

Tortura y extorsión como método judicial

La líder del PJ apuntó al fiscal Carlos Stornelli, a quien acusó de presionar a los imputados para obtener testimonios que sostuvieran la acusación. Recordó que el funcionario fue procesado en otra causa por extorsión y armado de operaciones mediáticas, pero que terminó protegido por la Justicia. “Es el mismo que intentó plantar pruebas falsas y que hoy se presenta como garante de legalidad”, señaló la expresidenta.

Cristina vinculó estas prácticas con métodos propios de dictaduras, señalando que la coacción ejercida sobre ciudadanos no tiene precedentes en democracia. Para ella, el llamado “lawfare” se transformó en una persecución abierta, donde el aparato judicial funciona como brazo político de sectores económicos y mediáticos.

Entre la inflación y el circo judicial

La exmandataria también conectó el juicio con la coyuntura económica. “Si no hay pan, que haya circo”, ironizó, aludiendo a la reapertura de la causa Cuadernos como una estrategia de distracción frente a la crisis. En paralelo, cuestionó al gobierno de Javier Milei por los índices de inflación y comparó la situación actual con la de su gestión, cuando los salarios y jubilaciones eran los más altos de la región y el país no tenía deuda con el Fondo Monetario Internacional.

El contraste entre aquel escenario y el presente reafirma su tesis. Mientras la población enfrenta tarifas crecientes y pérdida de poder adquisitivo, la Justicia se concentra en un proceso sostenido en pruebas dudosas. “La agenda judicial no tiene nada que ver con la justicia, es un espectáculo para tapar la recesión”, sostuvo CFK.

El descargo de Cristina Kirchner reaviva el debate sobre el rol del Poder Judicial en la política argentina. Sus acusaciones contra Stornelli y contra el entramado de jueces y fiscales que impulsan la causa Cuadernos apuntan a instalar la idea de que el sistema judicial opera como herramienta de disciplinamiento. En ese marco, la expresidenta busca transformar su defensa en una denuncia más amplia: la de un país donde la justicia se convierte en escenario de disputa política y donde los métodos aplicados a los acusados evocan prácticas que la democracia prometió dejar atrás.

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