Deuda y tensión: el Gobierno enfrenta un vencimiento millonario en enero

El Ejecutivo deberá afrontar pagos por US$ 4.225 millones en el primer mes del año, pero solo tiene garantizada menos de la mitad de ese monto.

Política

30/12/2025 - 00:00hs

El inicio de 2026 no trae alivio para la administración de Javier Milei. Apenas comenzado el año, el Gobierno nacional se enfrenta a un compromiso financiero que pone a prueba su capacidad de gestión. Se trata de un vencimiento de más de 4.225 millones de dólares en concepto de deuda externa, con fecha límite el 9 de enero. La cifra, que aparece como el primer gran desafío de 2026 para el ministro de Economía Luis Caputo, todavía no está plenamente garantizada. Según estimaciones oficiales, falta reunir alrededor de 2.400 millones para completar el monto.

El Tesoro dispone de unos 1.800 millones ya destinados a cubrir parte de la obligación. A ello se suman recursos provenientes de la emisión del Bonar 2029N, la compra de reservas y la posible utilización de los 700 millones que ingresarán por concesiones hidroeléctricas. Sin embargo, el panorama sigue siendo ajustado y obliga al Ejecutivo a explorar nuevas fuentes de financiamiento.

Estrategias en terreno incierto

Entre las alternativas que se barajan aparece la negociación de un REPO con bancos privados y la colocación de deuda en el mercado local. La opción de recurrir a los mercados internacionales fue descartada por Caputo, quien insiste en la necesidad de reducir la dependencia de Wall Street. El ministro sostiene que el país debe fortalecer su mercado de capitales interno para lograr un crecimiento sostenido, aunque la urgencia de los vencimientos pone en duda la viabilidad inmediata de esa estrategia.

La postura oficial se presenta como un intento de marcar distancia respecto de la tradicional búsqueda de financiamiento externo. Sin embargo, la falta de definiciones concretas sobre cómo se cubrirá el monto restante genera incertidumbre. El discurso de independencia financiera convive con la realidad de un Estado que, en el corto plazo, necesita liquidez para evitar incumplimientos.

Optimismo presidencial

El presidente Milei, por su parte, se muestra confiado en que los fondos estarán disponibles a tiempo. En declaraciones radiales aseguró que “Argentina va a pagar su deuda” y que Caputo “entiende mejor que nadie la importancia de cumplir con los compromisos”. El mensaje busca transmitir tranquilidad, aunque no despeja las dudas sobre el origen de los recursos.

El optimismo oficial contrasta con la magnitud del desafío. La deuda externa sigue siendo un condicionante central para la economía argentina y, pese a los discursos de soberanía financiera, el margen de maniobra de la administración libertaria es limitado. La apuesta por mecanismos locales y acuerdos con bancos privados refleja una estrategia que intenta evitar la exposición internacional, pero que al mismo tiempo evidencia la fragilidad de las cuentas públicas.

El comienzo del año, lejos de ser un terreno de consolidación, se convierte en un recordatorio de las tensiones que acompañan al Gobierno. El desafío de enero no solo es financiero, también es político, ya que pondrá a prueba la credibilidad de una administración que promete independencia pero enfrenta compromisos que no pueden esperar.

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