El 70% de los empresarios de la construcción reportaron un marcado retroceso del sector
Sin políticas activas ni financiamiento, el ajuste desmedido del Gobierno deja en crisis a un sector clave para el empleo y la inversión productiva.
La construcción, uno de los principales termómetros de la economía real, vive un marcado retroceso que refleja con crudeza la situación que atraviesa el país. Según la 26ª edición del Estudio de Opinión Construya (EOC), casi el 70% de los empresarios del sector afirma que su nivel de actividad cayó en comparación con el año anterior. Una señal de alerta que, lejos de ser atendida con políticas concretas, parece ignorada por un Gobierno que insiste en discursos optimistas y promesas de largo plazo.
El informe
El relevamiento, realizado entre el 31 de marzo y el 25 de abril de 2025, encuestó a más de 500 actores clave de la cadena de valor de la construcción. Según el informe, la contracción se percibe de manera uniforme en todas las regiones del país, sin excepción. En la Región Buenos Aires, el 69% de los encuestados también reportó una baja, mientras que apenas un 17% dijo haber mantenido su nivel de actividad, y solo un 14% registró mejoras.
Un dato preocupante que reveló el estudio, es que para la mayoría que vio reducida su actividad, la caída fue superior al 20%. Otro grupo significativo reportó bajas entre el 10% y el 15%. En contraste, entre los pocos que mostraron mejoras, la mayoría no superó el 10% de incremento.
Al referirse sobre los motivos que provocaron la caída del sector, los empresarios señalan como principales obstáculos al encarecimiento de los costos de construcción, la incertidumbre cambiaria, la caída de la demanda y la escasa disponibilidad de financiamiento. En la Región Buenos Aires, el costo de construir fue identificado como el principal problema (26%), seguido de cerca por la inestabilidad del tipo de cambio (15%), la menor demanda (14%), y la falta de crédito y de mano de obra calificada (ambos con 8%).
Por otra parte, para los arquitectos, la escasez de personal capacitado ocupa un lugar destacado entre las preocupaciones, lo que refleja un vaciamiento progresivo del mercado laboral especializado, sin que el Gobierno impulse programas de formación o incentivos sectoriales para revertir esta situación.
A pesar del sombrío presente, el Indicador de Expectativas Construya (IEC) muestra una leve esperanza: a nivel nacional, una mayoría moderada espera una mejora en los próximos 12 meses. Sin embargo, este optimismo no es homogéneo: en la Región Buenos Aires, apenas el 45% espera una suba, mientras que el 29% teme un nuevo descenso. A nivel nacional, el 24% también prevé una caída.
Otra señal del abandono del Estado al sector es el creciente nivel de autofinanciamiento: el 30% de los encuestados recurre a fondos propios, mientras que un 24% no utiliza ninguna herramienta de financiamiento.
De esta manera, más allá de las reformas estructurales prometidas por la administración libertaria, el sector continúa en caída libre. El cemento se enfría y los trabajadores del rubro ven su horizonte laboral con creciente incertidumbre, mientras uno de los motores clave de la economía nacional se apaga en silencio.