En diálogo con diario Hoy, Sebastián Martínez denunció que el sindicalista estuvo varios días enfermo en la cárcel y sin la atención necesaria. También insistió en que se “desnaturalizó”
la prisión preventiva y consideró “llamativo” que la causa se haya iniciado luego de que la entonces gobernadora hablara de “mafias” sindicales.
El abogado Sebastián Baltazar Martínez, que defendía a Humberto Monteros, el sindicalista de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) de Bahía Blanca que murió el martes mientras esperaba la conclusión del juicio que se le seguía junto a otros gremialistas en un tribunal de esa ciudad, dijo ayer a diario Hoy que la muerte de su cliente fue producto de la “negligencia” de autoridades judiciales y penitenciarias.
También vinculó la causa a una persecución política y consideró “llamativo” que la acusación surgiera luego de que la entonces gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, diera una conferencia de prensa en la que habló de una supuesta “mafia” de la Uocra bahiense.
Monteros pasó tres años y medio bajo prisión preventiva, y solo a fines de marzo de este año se inició el juicio, en el que se lo imputaba junto a otros miembros del sindicato de integrar una asociación ilícita. El trámite, encabezado por el juez Eugenio Casas, debió suspenderse en dos ocasiones porque varios participantes en el juicio contrajeron Covid-19, entre ellos el fiscal Gustavo Zorzano y varios agentes penitenciarios.
Entonces, y en atención a que Monteros era paciente de riesgo por ser diabético, “se pidió un hisopado para confirmar si realmente tenía coronavirus, hisopado que nunca se realizó”, y luego se “pidió asistencia médica dentro de la unidad, que tampoco se brindó, hasta que lamentablemente terminó internado porque el cuadro ya era más que evidente, y grave”, dijo Martínez.
Monteros había compartido celda con Guillermo Molina, quien, según el abogado, “tuvo toda la sintomatología” del virus, pero nunca le hicieron un test. A su cliente, en tanto, “solo se le detectó el coronavirus cuando ya estaba internado en el hospital Penna, en terapia intensiva”. Cuando lo llevaron al centro de salud, fue directo a terapia intensiva.
Monteros “estaba al cuidado y bajo responsabilidad del juez de la causa y del Servicio Penitenciario, entonces son ellos los directamente responsables de un montón de situaciones: de la falta de atención médica, de la falta de cuidados respecto de los protocolos para evitar el contagio...”, le aseguró el letrado a este multimedio. Y agregó: “La cadena de responsabilidades tiene que quedar clara. Esto no pasó accidentalmente. Y aunque no puedo decir que haya sido a propósito, tampoco estoy tan seguro de que haya sido solo negligencia”.
El abogado sostuvo que está “100%” seguro de que su cliente sufrió una persecución política y dijo que en su caso “se desnaturalizó” la figura de la prisión preventiva, que consideró “innecesaria y totalmente improcedente”.
Por otra parte, se mostró preocupado por la decisión del juez de reiniciar las audiencias a partir de hoy. “Este juicio se inició cuando Bahía Blanca estaba en fase 3. Ahora está en fase 2. Están exponiendo a todos los que participan. Nosotros pedimos una suspensión, pero parece que el tribunal no toma dimensión del peligro”, concluyó Martínez.
“Lo dejaron morir”
“Lo dejaron morir”, dijo Lucía Sanabria, la viuda de Humberto Monteros, consultada por diario Hoy. “En la cárcel. Lo dejaron tirado una semana. Una semana sin que nadie lo atendiera. Él pidió que lo atiendan, nadie lo atendió”.
Con la voz dolorida, la mujer remarcó que tanto ella y sus hijos como el abogado Sebastián Martínez, que representaba a su esposo, hicieron gestiones para que el sindicalista fuera asistido tras contagiarse de Covid-19. Pero nada se hizo durante una semana. Después, ya era tarde. Cuando lo llevaron al hospital, entró directo a terapia intensiva, remarcó Sanabria. Monteros nunca pudo recuperarse, y el martes llegó el lamentable final.