Kicillof presentó junto a pymes una alternativa a la reforma laboral
El gobernador encabezó una reunión con más de 80 empresarios pymes para proponer una alternativa al proyecto de Milei.
La caída de noviembre confirma un retroceso persistente que golpea a los hogares y deja al Gobierno sin argumentos para sostener su relato.
19/12/2025 - 00:00hs
El retroceso del consumo privado en noviembre volvió a exponer un escenario que el Gobierno intenta minimizar pese a la evidencia acumulada. La caída de 1,1% marcó el quinto mes negativo del año y confirmó que la demanda interna perdió impulso desde mediados de 2025. El indicador de la Universidad de Palermo, que abarca desde alimentos hasta servicios y recreación, mostró además una segunda baja consecutiva que desarma cualquier intento oficial de presentar la situación como un algo estacional. Incluso la variación interanual, todavía positiva por la base deprimida del año pasado, se desacelera hasta niveles que ya no permiten sostener un discurso optimista.
En cinco de los once meses del año, el índice registró variaciones negativas, un patrón que refleja la falta de impulso sostenido en la demanda interna. La recaudación del IVA ajustada por inflación cayó 5,4 por ciento interanual en noviembre y encendió una señal directa sobre el consumo masivo. E l crédito al gasto familiar continúa en alza, pero cada vez con menor fuerza, lo que muestra que los hogares ya no encuentran margen para sostener sus gastos básicos.
Señales que el Gobierno no reconoce
Los bienes durables, que habían sido un motor en la primera parte del año, también muestran un freno marcado. El patentamiento de autos avanzó apenas 2,6 por ciento interanual y las motos retrocedieron más de diez puntos. El mercado inmobiliario, que venía mostrando un leve movimiento, empieza a perder ritmo con escrituras que crecen menos que en meses previos.
El consumo cotidiano también pierde fuerza
En los rubros esenciales, la desaceleración se vuelve más evidente. Las ventas de combustibles avanzan poco y la carne vacuna cae por cuarto mes consecutivo, desplazada por opciones más baratas. El ocio y los consumos no esenciales muestran uno de los peores desempeños del año, con restaurantes, indumentaria y calzado en retroceso constante. Incluso con diferencias entre niveles de ingreso, los hogares destinan cada vez más recursos a vivienda, servicios y transporte, lo que reduce el margen para cualquier gasto discrecional. El cuadro general revela un desgaste que ninguna narrativa logra ocultar y que se percibe en la rutina diaria.