El Observador: Se redefine el panorama en la política universitaria

El avance de la izquierda en las últimas elecciones estudiantiles de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) modificó considerablemente el escenario político académico para lo que viene en 2013.

La recuperación, por parte de la izquierda, de los centros de estudiantes de la Facultad de Humanidades, Ingeniería y Arquitectura, repercutió en los pasillos del Rectorado, generando preocupación en el sector peronista que cogestiona la UNLP en una heterogénea alianza con funcionarios radicales. 

El rector de la UNLP, Fernando Tauber, proviene del radicalismo universitario y sus socios kirchneristas tenían en las conducciones salientes aliados directos para afrontar las elecciones de autoridades en 2014. De consolidarse dicha tendencia el año próximo, habrá que ver si la candidatura a rector del independiente Raúl Perdomo (vicepresidente de la UNLP), que es apoyada por Tauber, se inscribirá en una nueva coalición radical-peronista o si se apuntará a un nuevo armado. 

Al igual que en la Universidad de Buenos Aires (UBA), la estrategia frentista impulsada por las organizaciones de izquierda logró bloquear la política del kirchnerismo nacional, que mediante recursos del Estado y  estructura partidaria han intentado hacer pie en las universidades más importantes del país. Todas las experiencias de ese tipo de los K, en ámbitos académicos, están terminando en fracasos absolutos. 

No es menor que la alianza entre el Aule (Copa), Cienfuegos (JG), Colectivo de Trabajo (Cauce) y Lupas (Praxis) haya ganado en la Facultad de Humanidades, unidad académica que supo ser un bastión político de la militancia estudiantil. En contrasentido, el kirchnerismo fue dividido, encontrando a Utopía-Miles (conducción saliente del gremio) y a Unidos por el Cambio (La Cámpora, Pisando Charcos-Frente Universitario para la Victoria-La Jauretche) disputando los mismos sectores del electorado. 

La misma táctica le permitió a la izquierda conservar el centro de estudiantes y la mayoría de consejeros directivos estudiantiles en Bellas Artes, donde El Ensamble (Cronopios-Copa, Sur y Praxis) se impuso a los peronistas de Bellas Artes por el Cambio (La Cámpora y La Martí-Miles). 

Por su parte, en Arquitectura, la lista Dale al Frente (compuesta por El Agite-JG y la UJS-PO) dio el batacazo de la jornada arrebatándole la conducción a la Franja Morada. Asimismo, frentes de similar composición se llevaron a cabo en Periodismo y Derecho, pero sin obtener lograr los mismos resultados. En Ingeniería, la Unidad (Cepa) logró de manera individual ganar la elección, aunque el principal eje de campaña estuvo abocado a la relación de la agrupación La Tercera con La Cámpora. 

Pese a que la Franja Morada haya recuperado el centro de estudiantes de Agronomía (sin peso político en la militancia), el panorama para el radicalismo universitario no es del todo positivo, ya que la hegemonía de la izquierda también se desarrolló sobre algunos lugares de poder que tenían los morados. 

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