El país se moviliza contra la reforma laboral del Gobierno

Sindicatos, movimientos sociales y centrales obreras marchan al Congreso para frenar la reforma laboral y el paquete de leyes del Gobierno nacional.

Política

18/12/2025 - 00:00hs

Colectivos de trabajadores, sindicatos, movimientos sociales y dirigentes marchan al Congreso en rechazo a la reforma laboral y al paquete de leyes que el Gobierno impulsa en sesiones extraordinarias. La convocatoria confluye con un mensaje que busca frenar un proyecto que no moderniza el trabajo sino que lo vuelve más precario y desigual.

La concentración comienza a las tres de la tarde en Carlos Pellegrini y Perón. Desde allí avanzan columnas de la CGT, las dos CTA, ATE y gremios sectoriales que llegan con delegaciones de todo el país. La lectura que comparten es que el oficialismo intenta imponer cambios sin diálogo y con un impacto directo sobre salarios, estabilidad y negociación colectiva, consolidando un escenario que desplaza derechos y favorece un modelo laboral más vulnerable. En paralelo, ATE acompaña con un paro nacional y denuncia que la combinación entre reforma laboral y presupuesto golpea a provincias, hospitales, escuelas y áreas sensibles del Estado.

La marcha también reúne a trabajadores de la salud, docentes y empleados de organismos públicos que advierten que la iniciativa habilita más contratos inestables y normaliza la flexibilidad como regla. Profesionales y técnicos del Hospital Garrahan remarcan que las condiciones laborales están directamente vinculadas con la calidad de la atención y que la reforma debilita ese vínculo.

Un proyecto que amplía desigualdades

Las críticas más fuertes apuntan al corazón de la reforma. Especialistas en derecho laboral y centros de estudio señalan que el texto reduce la protección frente al despido, facilita la tercerización y amplía las facultades patronales para modificar horarios y tareas. También alertan que la descentralización de la negociación colectiva permite fijar salarios por debajo de los convenios sectoriales, lo que profundiza la desigualdad y deteriora ingresos.

Los análisis coinciden en que el discurso oficial sobre competitividad oculta un objetivo más claro. La reforma desplaza la lógica del derecho laboral hacia un esquema individualista donde cada trabajador enfrenta solo a su empleador. Para los gremios, esto no genera empleo ni formaliza la economía, sino que consolida un mercado más fragmentado y vulnerable.

Una ofensiva contra la representación sindical

Otro eje central es el impacto sobre los sindicatos. La reforma habilita mecanismos que desfinancian a las organizaciones y limitan la tutela gremial. También amplía la definición de servicios esenciales, lo que restringe el derecho a huelga para millones de trabajadores. Para las centrales obreras, el Gobierno busca reducir la capacidad de organización y negociación, debilitando el único contrapeso real frente al poder económico.

La movilización de hoy se presenta como una respuesta colectiva ante un proyecto que carece de consenso social y avanza sobre derechos conquistados durante décadas. En un escenario económico marcado por salarios deteriorados y ajuste fiscal, la calle vuelve a ser el espacio donde se disputa el rumbo del país. Para los sindicatos, esta marcha no es una postal más, sino un intento de frenar un cambio estructural que redefine el trabajo y la democracia.

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