El papa Francisco instó en una misiva a la “ética de los jueces”
El Sumo Pontífice envió una carta a Alejandro Slokar, el juez que preside la Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal (Aapddp) y allí solicitó a los jueces nacionales que actúen con responsabilidad y criticó “el incremento del uso indebido del encierro”
En una misiva que el papa Francisco envió a Alejandro Slokar, el juez que preside la Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal (Aapddp) le solicitó a los jueces nacionales que actúen con responsabilidad y criticó “el incremento del uso indebido del encierro”.
En ese sentido llamó a que desde las instituciones “contribuyan a la promoción del ejercicio de las funciones académicas y judiciales con apego a compromisos éticos”.
“Quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones sobre ciertas cuestiones vinculadas a su saber que tocan directamente a la dignidad de la persona humana y, por lo tanto, interpelan a la Iglesia en su misión de evangelización y servicio a la justicia y a la paz”, comentó a modo de introducción en su texto oficial el papa y aclaró: “Es menester recordar que la ley por sí sola nunca puede alcanzar los objetivos reales de la función penal”.
En ese sentido y en relación al ejercicio del poder, advirtió: “La concepción tecnocrática deshumanizadora pone en duda la capacidad crítica de la persona y conduce a un irracionalismo que se importa a las aulas y a las decisiones judiciales”.
Luego, enfatizó: “Para que la función penal no se convierta en un mecanismo cínico e impersonal, necesitamos personas nutridas en formación técnica, pero sobre todo apasionadas por la justicia, conscientes del gran deber que cumplen. Solo así ninguna norma será un fin en sí misma, sino que todas estarán al servicio de las personas implicadas, ya sean los autores de los delitos o las víctimas que han sido ofendidas”.
“Necesitamos docentes y jueces que asuman la misión que implica su vocación como servidores del Derecho (...) El llamamiento que realizo a ustedes, como expertos, es que contribuyan a la promoción del ejercicio de las funciones académicas y judiciales con apego a compromisos éticos”, insistió el Sumo Pontífice.
En los párrafos siguientes, el papa puso de manifiesto su crítica: “En anteriores ocasiones señalé la misión que tienen los juristas para contrarrestar la irracionalidad punitiva y observé con preocupación el uso arbitrario de la prisión preventiva, la prisión perpetua, el encarcelamiento masivo, el hacinamiento y las torturas en las cárceles, como también la arbitrariedad y el abuso de las fuerzas de seguridad, la criminalización de la protesta social y el menoscabo a las garantías penales y procesales más elementales”.
Luego de hacer referencia a aquellos conceptos que brindó durante un discurso de 2014, el papa puntualizó: “Desde entonces, algunos de los problemas solo han empeorado”. Y a continuación, señaló en la carta: “Esto es lo que sucede con el incremento del uso indebido del encierro y el consiguiente deterioro de las condiciones de detención, junto al incentivo involuntario a la violencia o al uso desproporcionado de la fuerza, que llega a configurar situaciones de una autentica pena de muerte informal (cfr. Discurso a una delegación de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, 17 de diciembre de 2018)”.
Durante una conversación con periodistas mientras regresaba al Vaticano tras haber visitado Baréin, el papa Francisco habló sobre los derechos de las mujeres en las distintas partes del mundo y sostuvo que él mismo viene de “un pueblo machista” porque, a su entender, “los argentinos somos machistas”.
Ante la consulta de una de las comunicadoras que lo acompañaban en el vuelo de vuelta a su residencia, el Sumo Pontífice agradeció “la oportunidad de decir esto”, que aseguró que es algo que lleva “en el corazón”.