El 53% de la clase media usó ahorros para llegar a fin de mes
Más de la mitad de los hogares afrontó gastos con financiamiento en el segundo trimestre de 2025.
Ministros del gobernador Kicillof desmintieron a la administración libertaria y advierten que un default provincial también dañaría a la Nación.
08/12/2025 - 00:00hs
La tensión entre la provincia de Buenos Aires y el Gobierno nacional escaló tras las declaraciones de Luis Caputo. El ministro de Economía puso en duda el aval para que la administración de Axel Kicillof pueda salir a los mercados, cuestionando supuestos desequilibrios fiscales. Desde La Plata respondieron al funcionario con dureza: “Lo que dice Caputo es falso”, afirmó el ministro Carlos Bianco, al señalar que la Provincia no registra el déficit que se le atribuye.
Una deuda sí, la otra no
Mientras Caputo celebraba como un triunfo la toma de deuda nacional, al mismo tiempo buscó instalar la idea de que Buenos Aires no cumple con la ley de responsabilidad fiscal. La contradicción resulta evidente, lo que se festeja como éxito en la Nación, se cuestiona como riesgo en la Provincia. En ese marco, el entorno de Kicillof duda de lo que pueda resolver la Casa Rosada, atravesada por la imprevisibilidad de Javier Milei y su equipo.
Un trámite convertido en pulseada política
Cabe recordar que la Legislatura aprobó el endeudamiento en la madrugada del jueves. A pesar de eso, el aval de Economía y del Banco Central, que en condiciones normales debería ser un trámite burocrático, terminó convertido en una nueva herramienta de presión para disciplinar a quienes no acompañan el modelo libertario. Desde el Gobierno bonaerense advierten que negar la autorización no solo perjudicaría a la Provincia, sino también a la Nación, que se vería afectada por un eventual default bonaerense. “Esperamos que no hagan ninguna locura, no les sirve que la Provincia caiga en default”, afirman.
La disputa refleja un patrón más amplio en el que el Ejecutivo nacional utiliza cada instancia institucional como herramienta de presión política. Kicillof, marginado de los encuentros con gobernadores, enfrenta ahora la amenaza de que se le niegue un aval que en otras jurisdicciones se concede sin objeciones. La estrategia de Milei y Caputo expone un intento de disciplinamiento político que busca aislar a la provincia más poblada del país.
El conflicto por el endeudamiento bonaerense desnuda la inconsistencia del relato oficial. La Nación necesita que Buenos Aires cumpla con sus compromisos, pero al mismo tiempo intenta condicionar su autonomía financiera.