Gobernadora, los intendentes no se van a suicidar en masa

La peligrosa sombra del voto castigo se posa ahora sobre los candidatos de Cambiemos, amenaza con volver contra ellos como un bumerán:

La peligrosa sombra del voto castigo se posa ahora sobre los candidatos de Cambiemos, amenaza con volver contra ellos como un bumerán. Saben que gracias a él, en 2015 sacaron del poder a Cristina Kirchner; temen que ahora las urnas se expresen en el mismo sentido, asestando un doble golpe: contra la expresidenta, por su pasado corrupto e inmoral; contra la Gobernadora y el Presidente, por haber prometido cambio y, por el contrario, compartir el espanto de prácticas igualmente corruptas -la causa de los cuadernos, de aportantes truchos que los emparentan-. Por haber sembrado también más miseria.

Es decir, ni el pacto de impunidad -advertido por la propia Elisa Carrió- para polarizar con Cristina salvará al Gobierno. Hacerlo, si no se cambia el rumbo -y el tiempo se agota-, será morir en el intento.

Pues, por un lado, ya los intendentes del PJ se irán apartando del lastre kirchnerista,  para unirse en defensa de quienes sufren hoy, pero denostan aquel pasado. Por otro, los intendentes del radicalismo que en las elecciones pasadas dieron su apoyo a Cambiemos saben que hacerlo ahora será ir contra el sufrimiento de millones.       

Así, el Gobierno caerá preso de su propia encerrona: los boinas blancas, maltratados, usados incluso por el Presidente y la Gobernadora cuando apenas eran candidatos, florecerán como margaritas en primavera. Convencidos como están de que el cambio era una farsa y castigadas como están las localidades agroganaderas del interior bonaerense,  volverán a sus bases por fuera de Cambiemos, más allá de lo que mande una Gobernadora que, a instancias del Presidente, quita recursos, frena la obra pública, alienta despidos.

A uno y otro lado de la grieta, saben los intendentes que aceptar tal cosa es caminar en masa hacia el suicidio. Y nadie se para tan resignadamente ante el precipicio.

Es un escenario que ya se palpita en la Provincia, donde se da la madre de todas las batallas, pero que comienza a replicarse en toda la Argentina: intendentes y gobernadores comienzan a hacerse eco del hartazgo popular para alzar la voz en defensa de PyMes, productores y ciudadanos en general castigados por tarifazos, devaluación, inflación, la pérdida del poder adquisitivo o el empleo.

Y la gente, como ese río que siempre desemboca en el mar, buscará en quien mejor los represente la promesa de un futuro, una salida.