La inflación se acelera y los alimentos vuelven a encabezar las subas

Mientras el Gobierno celebra la reacción de los mercados, los alimentos aumentaron casi 1% en la última semana y la inflación se aceleró al 3%.

Política

31/10/2025 - 00:00hs

La elección quedó atrás, pero la inflación avanza. Octubre llega a su cierre con un alza del 3% en el nivel general de

precios, impulsada por un incremento de casi 1% en los alimentos durante la cuarta semana del mes. El dato refleja la persistencia de un problema estructural que el Gobierno no logra resolver y que golpea con fuerza a los sectores más vulnerables. La canasta básica alimentaria, que concentra el gasto cotidiano de millones de familias, volvió a ser el termómetro de un modelo económico que prioriza la competitividad empresarial por encima del poder adquisitivo de los trabajadores.

De acuerdo con el relevamiento de la consultora EcoGo, los alimentos consumidos dentro del hogar aumentaron 0,8% en la última semana de octubre, lo que llevó la inflación mensual de este rubro al 2,8%. Si se suman los consumidos fuera del hogar, el indicador trepa al 3%. La aceleración respecto de septiembre confirma que la política de ajuste no logra contener la dinámica de precios, sino que la agrava.

El rubro que más preocupa

Según el informe, las carnes aumentaron 1,2%, con fuertes alzas en pollo (3,5%) y fiambres (4,3%). Las frutas treparon 2,7% y las verduras 1,7%, con los cítricos a la cabeza (7,6%). El azúcar, la miel y los dulces subieron 1,4%, acumulando un 29,1% en lo que va del año.

En esa línea, la consultora Analytica registró una variación semanal de 0,9% en alimentos y bebidas en el Gran Buenos Aires, con un promedio mensual de 2,9%. LCG, por su parte, estimó que en las últimas cuatro semanas la inflación promedio se aceleró a 3,3%.

Ajuste oficial y pérdida de poder adquisitivo

Ante esta situación, el Gobierno insiste en que la política monetaria contractiva y las tasas de interés positivas son herramientas suficientes para dar previsibilidad. Sin embargo, la realidad cotidiana desmiente ese relato. El dólar libre mostró una fuerte volatilidad incluso después del respaldo de Estados Unidos, y el traslado a precios, aunque acotado por la caída del consumo, sigue golpeando a los hogares.

Así, la debilidad de la demanda interna limita la capacidad de las empresas para trasladar costos, pero no impide que los precios de los alimentos sigan subiendo. El ajuste, lejos de estabilizar, profundiza la recesión.

Las proyecciones del Banco Central estiman una inflación cercana al 2% mensual hacia fin de año, pero los relevamientos privados advierten que la dinámica real es más persistente. Octubre deja en claro que la suba de precios no se frena con discursos ni con promesas de reformas estructurales. Mientras el Gobierno celebra la “confianza de los mercados”, la mesa de los argentinos se encarece semana tras semana.

El resultado es un escenario de creciente desigualdad, con empresas que reciben beneficios bajo el paraguas de la “competitividad” y trabajadores que ven cómo sus ingresos se licúan en cada visita al supermercado, La elección pasó, pero la inflación se quedó junto con la evidencia de un modelo que ajusta hacia abajo y posterga cualquier iniciativa de alivio social.

Noticias Relacionadas