Ley de Humedales: semana trascendental para el futuro del proyecto en la Cámara baja

Los focos de incendio esparcidos por todo el Delta del Paraná parecen no preocupar a la oposición, que busca darle prioridad a la cuestión productiva por sobre la ambiental. Desde el oficialismo buscan enmarcar a los humedales en una legislación nacional, pero Juntos pretende que las provincias decidan qué zonas es preciso respetar.

Durante la pandemia los argentinos vieron cómo los carpinchos invadían Nordelta, fueron testigos de una bajante histórica del río Paraná y observaron cómo los incendios en Córdoba, Corrientes y el Delta consumían hectáreas que tardarán años en recuperarse.

Tras estos acontecimientos, el Congreso de la Nación tendrá nuevamente la posibilidad de ocuparse de la Ley de Humedales, luego de que en noviembre de 2021 venciera el plazo para que las comisiones de Agricultura y Ganadería, de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados perdieran la oportunidad de aprobar el proyecto para su tratamiento en el recinto.

La lucha lleva casi diez años en el parlamento argentino, luego de que Elsa Ruiz Díaz presentara el primer proyecto en 2013, pero el escollo siempre ha sido el mismo: la Cámara baja del Congreso. Las anteriores iniciativas para la protección de los humedales habían sido aprobadas en el Senado en 2013 y 2016, pero la Cámara baja nunca dio el visto bueno, condenando a la iniciativa a perder estado parlamentario.

Durante 2020 se presentaron 15 proyectos de ley para regular los humedales en la Argentina: 10 en Diputados y 5 en el Senado. Todos tuvieron el mismo destino: la indiferencia de los diputados.

En noviembre de 2020, la comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de Diputados aprobó un texto de mayoría, con una disidencia parcial y un texto de minoría.

En 2021, antes de que el proyecto se adormeciera en los cajones por tercera vez, activistas ambientales sostenían que “no hubo respuesta por parte de la política. En la comisión de Ambiente de la Cámara de Diputados ya se trató el proyecto en noviembre de 2020. Los tres presidentes o encargados de las otras comisiones no se presentaron a recibir lo que genuinamente manifestó la gente que sufre y ha sufrido la quema de 300.000 hectáreas. Sobre todo, sufren la ausencia de una ley que establezca cómo debemos ordenar el territorio y cómo tenemos que proteger los ecosistemas de los humedales, que ocupan el 21% del territorio argentino”.

La ley nacional busca promocionar la conservación, el uso sostenible y la restauración de los humedales, para así lograr poner fin a la postergación de políticas y normativas que actualmente existen sobre la materia en las diversas jurisdicciones, terminando con el avance de los empresarios sobre los humedales sin planificación ni control, que impacta en el plano socioambiental.

La Ley de Humedales es una iniciativa que necesita de otras normas para poder formar parte de un grupo de regulaciones que permitan terminar con la depredación de los recursos naturales.

Quienes la promueven indicaron que se necesitan recursos para prevenir los ataques contra la naturaleza y fomentar el cuidado por medio de la educación ambiental. Las sanciones posteriores deben estar acompañadas de medidas de resguardo previo.

Ya se contabilizan por tres las veces que se cayó el tratamiento de los proyectos que la promueven. En las dos primeras ocasiones (2013 y 2016) la iniciativa llegó a ser aprobada por la Cámara alta.

A fines de 2021 perdió estado parlamentario sin siquiera ser tratada en alguno de los dos recintos, y luego la propuesta no fue incorporada al temario de sesiones extraordinarias, por lo que su recorrido murió sin siquiera haber empezado.

Este año diputados del oficialismo volvieron a presentarlo y, con una nueva constitución en la Cámara, tras la renovación legislativa de 2021, se espera que la cuarta sea la vencida.

El titular de la comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano en el Congreso de la Nación, Leonardo Grosso, indicó sobre las tres caídas anteriores que “en Agricultura siempre hay lobby. Es la comisión que no da paso a esta ley y no la trata. Los ­diputados no quieren asistir a ese temario, se rehúsan a ponerlo, los presionan en sus provincias los diarios y cada grupo concentrado instalando la idea de que esto frena la producción. El lobby más oculto es el de la minería, que usa otras estrategias”.

Los objetivos principales del proyecto son la regulación de las actividades en humedales, la transferencia de recursos del presupuesto nacional hacia las provincias para mejorar la gestión de estos ecosistemas, la creación de un inventario y la apertura de espacios participativos en los cuales se diseñe el ordenamiento territorial.

El dictamen propone, entre otras cuestiones, penalizar los incendios intencionales en estos territorios, regula la aplicación de sustancias contaminantes, productos químicos o residuos de cualquier origen, fumigaciones incluidas.

También crea un inventario nacional de humedales, que consiste en un mapa que daría cuenta de dónde están estos ecosistemas en Argentina, qué características tienen y qué función cumplen en cada lugar.

“Por eso pedimos responsabilidad institucional, no puede esperar más, ya es tarde”, concluyó el legislador del Frente de Todos.

El jueves a las 10 el proyecto podría obtener el dictamen que necesita para empezar a desandar su camino por las Cámaras y Argentina pueda tener de una buena vez por todas una ley de humedales que priorice los recursos naturales por sobre el beneficio económico de unos pocos.

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