Milei prepara el escenario legislativo para impulsar el Presupuesto 2026

El Gobierno busca acelerar las discusiones con aliados en Diputados y el Senado para aprobar el Presupuesto 2026 y reformas laborales y tributarias.

Política

05/12/2025 - 00:00hs

Con la mente puesta en las sesiones extraordinarias, la Casa Rosada trabaja en una convocatoria a los jefes de bloque aliados para aceitar el debate por el Presupuesto 2026 y las reformas que el oficialismo pretende tratar durante el verano. La iniciativa, aún sin fecha definida, se perfila como un movimiento clave para ordenar la estrategia legislativa y garantizar apoyos en un Congreso donde el oficialismo depende de acuerdos externos.

Las sesiones extraordinarias están previstas entre el 10 y el 31 de diciembre, con posibilidad de extenderse a febrero. En el ideal libertario, la prioridad es el Presupuesto 2026 y la reforma laboral, cuya redacción estaría concluida y en revisión. Al mismo tiempo, el oficialismo busca avanzar con la reforma del Código Penal, la tributaria y la polémica Ley de Glaciares, en un temario que promete intensificar el debate parlamentario.

La estrategia oficialista en el Congreso

Para avanzar, los contactos con bloques aliados en Diputados y el Senado resultan esenciales. Bullrich ya inició intercambios con senadores, mientras Menem deberá replicar la lógica en la Cámara baja, donde el oficialismo logró consolidar la primera minoría con 95 legisladores. La apuesta es sumar voluntades que permitan sancionar las reformas de segunda generación que impulsa Javier Milei.

El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, junto a Santilli, también trabaja en paralelo con gobernadores firmantes del Pacto de Mayo. La intención es que el respaldo de las provincias se traduzca en votos en el Congreso.

Reformas en la mira y tensiones políticas

El Gobierno busca instalar un clima de urgencia para acelerar el tratamiento de las reformas. Sin embargo, el contexto político muestra tensiones crecientes. En este contexto, la oposición denuncia que la convocatoria es un intento de imponer un paquete cerrado sin debate real, mientras los aliados reclaman garantías de participación.

La convocatoria a los jefes de bloque se convierte así en una prueba de fuego para el Gobierno. No solo deberá convencer a sus aliados de acompañar las reformas, sino también demostrar que puede construir mayorías en un Congreso fragmentado. El riesgo es que la aceleración del calendario exponga más las debilidades de un oficialismo que, a pesar de la retórica de firmeza, depende de acuerdos frágiles para sostener su agenda

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