La herencia que deja el kirchnerismo
23/11/2015 - 06:04hs
El ocaso kirchnerista es un alivio, un respiro, una tranquilidad para millones de argentinos. Pero, por primera vez, a esta fiesta no están invitados los militantes rentados de La Cámpora. Encabezados por el diputado nacional Andrés Larroque y el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, muchos de ellos se concentraron en Plaza de Mayo, con las caras largas por la derrota de Daniel Scioli a manos de Mauricio Macri. Su intención no fue aceptar el fracaso con hidalguía, sino marchar hacia el punto de encuentro de los simpatizantes de Cambiemos, pero fueron frenados por un cordón policial.
Ante el pedido de la infantería para que retrocedieran, los camporistas respondieron con bombas de estruendos y armaron un doble cordón cortando la diagonal sur porteña.
Por temor a estos incidentes, la Junta Electoral de la Capital Federal ordenó que las urnas que se utilizaron en la ciudad de Buenos Aires no queden alojadas en la Legislatura porteña y queden en el Regimiento de Patricios, en el barrio de Palermo.
Tanto el Frente para la Victoria como Cambiemos fueron informados de la decisión que tomó la Junta, presidida por la jueza federal con competencia electoral de la ciudad, María Servini de Cubría.