Peronistas se alejan de Cristina, y los radicales, de Macri

Ni los peronistas acompañando a Cristina Kirchner, ni los radicales que en 2015 prestaron su estructura partidaria a Cambiemos, yendo detrás de Mauricio Macri

Ya lo había anticipado este diario: ni gobernadores ni intendentes irán en masa al suicidio. Ni los peronistas acompañando a Cristina Kirchner, ni los radicales que en 2015 prestaron su estructura partidaria a Cambiemos, yendo detrás de Mauricio Macri.

Unos y otros saben que hacerlo ahora sería un atajo al cementerio, que los ciudadanos castigarán en las urnas a Cristina, por su pasado corrupto e inmoral, y a Cambiemos, por la continuidad de las corruptelas y por haber sembrado más miseria.

Dos escenas ocurridas ayer dan cuenta de este escenario. Por un lado, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey se reunió con el de Santa Fe, Miguel Lifschitz, junto a quien dio una clara señal de acercamiento para trabajar en conjunto en un frente político común.

El encuentro fue un avance en la gestación del Peronismo Federal o Alternativo”, que semanas atrás tuvo su primera foto con Urtubey, Sergio Massa, Miguel Pichetto, y Juan Schiaretti. Entonces, los cuatro dirigentes anticiparon que el frente en ciernes busca sumar a diferentes fuerzas, más allá del peronismo, sobre la base de la exclusión del kirchnerismo.

Por otro lado, luego de los cortocircuitos entre el Gobierno y sus aliados, y en plena interna entre el Presidente y Elisa Carrió, ahora fue el exdiputado Ricardo Alfonsín quién agregó leña al fuego al considerar que “cada vez son más los radicales preocupados por una continuidad perpetua en Cambiemos”, y, aunque “la UCR contribuyó a que el Pro haya ganado las elecciones”, aclaró Alfonsín, son “partidos diferentes. No sólo tenemos derecho a decir lo que pensamos sino que tenemos la obligación de hacerlo”.

Ya no son los opositores, no es el kirchnerismo, sino los propios aliados, los que prestaron votos a Cambiemos, los que se van convenciendo de que el cambio era una farsa y, castigadas como están las localidades del interior bonaerense, históricamente gobernadas por “boinas blancas”, los dirigentes volverán a sus bases, por fuera de la alianza gobernante, más allá de lo que mande una Gobernadora que, a instancias del Presidente, quita recursos, frena la obra pública, alienta despidos.

Dicho de otra manera: intendentes y gobernadores saben que ir a las urnas bajo el ala de Cristina, el Presidente o la Gobernadora hoy puede ser la crónica de una de-rrota anunciada.