ENTREVISTA EXCLUSIVA

“Que no me vengan con que el Estado tiene mala administración, porque peor que esta no puede ser”

Lo aseguró el exministro Julio De Vido, refiriéndose a la gestión de las concesionarias eléctricas Edenor, Edesur y Edelap. También indicó, en diálogo con Hoy, que el Estado debe recuperar el control sobre las prestadoras de servicios.

Hay toda una campaña sobre la necesidad de no afectar la propiedad privada, es decir, no nacionalizar el patrimonio privado. Debo aclarar que las concesionarias eléctricas, sobre todo las grandes que distribuyen y generan en el conurbano bonaerense, todo lo que es Edenor, Edesur y Edelap, y las subsidiarias de esta última en toda la Provincia de Buenos Aires, tienen patrimonio del Estado: simplemente lo administran y gestionan la distribución y el transporte de energía eléctrica en las zonas donde están concesionadas”. De esta forma, poniendo blanco sobre negro en lo que a la propiedad del patrimonio se refiere, Julio Miguel De Vido, quien durante trece años debió lidiar con las empresas de servicios públicos privatizadas por el expresidente
Carlos Saúl Menem, dejó clara cuál es su posición al respecto.

—¿Qué cree usted sobre las distribuidoras del servicio eléctrico en la Provincia de Buenos Aires?
—Todos esos contratos han sido violentados. Por estos días han sido palmarias las deficiencias enormes que tiene en el servicio eléctrico Edesur, pero ustedes en La Plata lo han sufrido a mediados del año pasado, con ese apagón que duró bastante y que demuestra claramente las enormes falencias en la provisión del servicio que también tiene Edelap. Edesur y Edelap tienen un socio argentino, que es (Nicolás) Caputo, y Enel, que es una empresa italiana. Y Edenor es de Marcelo Mindlin, al igual que el resto de las distribuidoras del interior, que están a nombre de un tal (Rogelio) Pagano, que todos sabemos que es testaferro de Mindlin, que a su vez tiene fuertes vínculos comerciales con Macri. Por estos días, el periodista (Hugo) Alconada Mon hizo una investigación en donde detecta una empresa en Delaware, que se llama Emes, que es de Mauricio Macri y Marcelo Mindlin. O sea que sobre la mayoría de las empresas de Marcelo Mindlin también hay dudas sobre quiénes son los dueños: si es solo Marcelo Mindlin o si es Marcelo Mindlin más Macri más (Joseph) Lewis. Y toda esta cuestión certifica y confirma que tenemos que desacoplar los precios relativos del mercado interno del dólar, y para eso hay que desdolarizar las tarifas del servicio eléctrico, del servicio de gas y del servicio de agua.

—¿Hay alguna empresa de servicios que a usted lo conforme en su funcionamiento?
—El mejor ejemplo de lo que debe ser la administración de un servicio es AYSA (Aguas y Saneamientos Argentinos), que es un poco la compañía que recuperamos con el expresidente Kirchner del dominio de la francesa Aguas de Suez, y donde ha tenido una fuerte intervención en su manejo el (sindicato) Sgbatos, que preside el compañero (José Luis) Lingeri.

—¿Hay que nacionalizar las empresas de
servicios, entonces?
—El término no es nacionalizar, porque ninguna de esas empresas es propietaria del patrimonio que administra. Hay que recuperar para la gestión del Estado esas empresas, con el objetivo de desdolarizar la estructura de costo, porque cuando todos nosotros pagábamos tarifas en pesos, pero que estaban dolarizadas durante el gobierno de Macri, eso generó una enorme inflación, porque el gobierno generaba emisiones monetarias para que todos tuviéramos en nuestras manos el dinero necesario para poder pagar esas tarifas en dólares. Eso generó un proceso inflacionario, porque todos los precios iban atados a las tarifas. En abril de 2018, esa masa de pesos que habían recaudado las empresas de servicios, fundamentalmente las eléctricas Edenor y Edesur, le generaron una presión enorme al tipo de cambio, porque los tipos iban a las cuevas o al Banco Central a cambiarlos por dólares. Cuando Caputo va a Estados Unidos a pedir dólares para poder tener los recursos necesarios, para que esta gente pudiera hacer de sus pesos dólares, se produce la respuesta de los fiduciarios como Black Rock, que dijeron: “Macho, no hay un mango más porque ustedes están dándole a la maquinita para sustentar un sistema tarifario que no tiene sustentabilidad en el tiempo”. Y ahí se produce la disparada del dólar, y aquí estamos.

—Entonces, ¿son las empresas de servicios en parte responsables del descalabro económico del fin del gobierno de Macri?
—Por estos días estuvo un funcionario del FMI que dijo claramente que (Donald) Trump le dio la orden al representante de los Estados Unidos, que tiene la mayoría en el Fondo Monetario, para darle los dólares necesarios a Macri para que el gobierno no se derrumbara en el último año y, por supuesto, para que las empresas vinculadas a los intereses norteamericanos y del Comando Sur, hablo de Edenor y Edesur, pudieran fugar los pesos/dólares que tenían acá. Eso generó que los 60.000 millones de dólares que entraron del FMI se evaporaran en cuestión de días a los distintos paraísos fiscales en donde tenían el dinero ellos.

—¿Prefiere una empresa administrada por el Estado o de conducción mixta?
—A mí que no me vengan con que el Estado es mal administrador, creo que hay que buscar y potenciar fuertemente la participación de los trabajadores en esta gestión, para que sean parte integrante e interesada de la misma. Que no me vengan con que es mala la administración (del Estado), porque peor que esta, no puede ser. La gente de La Plata ha tenido que soportar las penurias de estar días y días sin luz, y ni que hablar del blackout del Día del Padre, que dejó sin energía eléctrica a los 45 millones de argentinos, más Uruguay y parte de Brasil, Bolivia y Chile, que respondió a gravísimas fallas en el transporte. Nosotros construimos la tercera línea de Yacyretá para que esto no sucediera, y lamentablemente estaba funcionando con dos líneas, y al fallar una, el sistema colapsó. El control debe ser 100% del Estado; administración mixta, no. Solamente compartir fuertemente la gestión de las compañías con las pymes y con los trabajadores de los sindicatos, como se hizo en AYSA, para promover tarifas competitivas y poder producir los bienes y servicios en pesos.

—¿Usted dice que hay que dar de baja las concesiones?
—Esto es simplemente declarar fracasados los contratos, rescindirlos tal cual establecen las leyes argentinas, y recuperar el patrimonio que pertenece al Estado para prestar el servicio que corresponde. En el caso de Edelap, en el año 2010 transferimos la administración del contrato, que estaba en manos de la Secretaría de Energía Argentina y del ENRE, a la Provincia de Buenos Aires, por pedido del gobernador (Daniel) Scioli.

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