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Salvarezza: “Argentina puede producir vacunas”

Así lo precisó, en diálogo con diario Hoy, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, quien también se refirió a los proyectos locales que buscan desarrollar antídotos contra el coronavirus. Además, detalló cuáles son las variantes predominantes en el AMBA.

Roberto Salvarezza, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, dialogó con diario Hoy y brindó detalles de los proyectos que buscan desarrollar vacunas argentinas contra la Covid-19, se refirió a las variantes de coronavirus predominantes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), según el último informe del Proyecto PAIS, y opinó sobre las negociaciones en las que avanza el Gobierno nacional para la producción local de distintas vacunas, luego de las reuniones que mantuvo en las últimas horas la ministra de Salud, Carla Vizzotti, con autoridades internacionales.

—Acerca de la vacuna que se está produciendo en la Argentina, la “Arvac Cecilia Grierson”, ¿qué implica que en el país se esté desarrollando un antídoto contra el coronavirus?

—Nosotros, cuando comenzamos la pandemia, teníamos que salir con nuestros aviones a buscar barbijos o kits de diagnóstico. Durante todo el año pasado el sistema de ciencia y tecnología argentina, con laboratorios nacionales, pudimos hacer todo esto: hacer los kits de diagnóstico, elementos de protección como los barbijos, desarrollamos terapia como plasma convaleciente. Eso lo logramos. ¿Qué nos quedó pendiente? Nos quedó pendiente una vacuna, una vacuna que fuera diseñada en nuestro país, que se hicieran las fases que hay que desarrollar y que pudiéramos avanzar para tener también soberanía en lo que es el diseño y producción de nuestra vacuna. Argentina puede producir vacunas. De hecho, el laboratorio Richmond está trabajando para producir la “Sputnik V”. Nosotros creemos que Argentina tiene que poder desarrollar una vacuna porque es un aprendizaje muy importante para nosotros.

—La “Arvac” se está desarrollando en la Universidad Nacional de San Martín, ¿esto es así?

—Hay cuatro proyectos de vacunas en este momento en funcionamiento. Uno de ellos es el de la vacuna de la Universidad de San Martín (Unsam) con el Conicet, una vacuna que tiene un laboratorio nacional ya interesado en producirla. Se encuentra en fase preclínica, terminando los ensayos en modelo animal. Avanza muy bien el proyecto. Ahora se presentó para poder tener financiamiento para completar la etapa preclínica. Nosotros hemos puesto 280 millones de pesos para que estos grupos de investigación puedan terminar la etapa preclínica.
Hay cuatro proyectos: uno es el de la Unsam; otro, que es de la Universidad de La Plata; otro de la Universidad del Litoral con Conicet; y tenemos un proyecto que es del INTA, que también tiene asociado un laboratorio nacional que está interesado en fabricarlo.

—¿Para cuándo estará disponible en el país una vacuna argentina, sea la “Arvac” o la que esté más avanzada?

—La que está más avanzada claramente es la “Arvac”. Las otras están un poquito más atrás, pero no importa, igual nosotros queremos que estos grupos adquieran la capacidad para poder desarrollar una vacuna, que hagan toda la experiencia necesaria, porque eso es algo que le queda al país como capacidades adquiridas para enfrentar otras ­pandemias. Nosotros trabajamos sobre los cuatro proyectos.

¿Para cuándo? En el caso de la “Arvac”, uno calcula entre año y medio a dos años poder tener la vacuna. No es nada fantasioso plantearse esto porque probablemente este virus nos esté vigilando en forma recurrente, como lo hace el de la gripe.

—Hasta el momento, en el marco de la ­pandemia, ¿cómo calificaría las tareas que ­vienen desarrollando la ciencia y los científicos argentinos?

—Nosotros en marzo de 2020 creamos la Unidad Coronavirus, una unidad que comprende al Conicet, al Ministerio de Ciencia y a la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica. Los tres empezamos a trabajar financiando y apoyando proyectos de investigación, y a partir de ahí lo­gramos la producción en el país, a través de de­sarrollos propios, de kits de detección del vi­rus. Estuvimos trabajando y produciendo los test para detección de anticuerpos. También se trabajó con elementos de protección social, co­mo son los barbijos antivirales y antimicrobianos.

Otro desarrollo importante es el caso del Proyecto PAIS, que es un consorcio de 70 investigadores que están en todo el país secuenciando y viendo qué variantes del virus están circulando. Estamos por el informe 20 (publicado el 29 de abril) desde el comienzo de la pandemia, y en este informe fue en el que detectamos una amplia circulación de la variante del Reino Unido y la de Manaos. Esto lo estamos haciendo desde el Ministerio de Ciencia. Hay otro ­desarrollo importante, la plataforma Cuidar, que fue desarrollada por nuestros informáticos.

—Con respecto a los últimos informes del Proyecto PAIS, entonces, las variantes predominantes en la Argentina son las del Reino Unido y la de Manaos...

—Básicamente en el AMBA, más que en el país. El último informe está dedicado al AMBA, donde tenemos que, lo que es el Gran Buenos Aires, de las detecciones un 40% corresponde a la variante del Reino Unido y variante de Manaos, y en la Ciudad de Buenos Aires el 60% corresponde a esas variantes. El resto básicamente es la variante Andina, una nueva que uno la sigue para ver qué es lo que está pasando con ella, pero no parece ser más contagiosa ni con mayor letalidad.

—Por otro lado, ¿cómo observa las negociaciones en las cuales está avanzando el Gobierno nacional para la producción local de las vacunas?

—Yo las veo como muy positivas, cuando uno tiene laboratorios nacionales que tienen la ca­pacidad tecnológica de producir y de envasar las vacunas, porque tiene toda una complejidad, hay que producir el antígeno y luego filtrar y envasar. Entonces, hoy en día todas las capacidades que Argentina pueda desarrollar en poder fabricar vacunas son bienvenidas. Es un tema que Argentina debería fortalecer y que vamos a fortalecerlo, no solo produciendo una vacuna enteramente en el país, sino también ser capaces de tener laboratorios nacionales que puedan producir vacunas.

—Presentaron días atrás la plataforma Covid-T, ¿de qué se trata?

—Cuando uno se infecta con el virus o bien se vacuna, genera la respuesta inmune. Esa respuesta inmune es cómo nuestro cuerpo adquiere capacidad para defenderse del virus. Tiene dos componentes: uno son los anticuerpos, pero hay otro que son los linfocitos T. Esta plataforma lo que nos permite es evaluar cómo evolucionan después de la inmunidad de cada uno no solo los anticuerpos, sino también la otra componente, que se llama inmunidad celular.

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