Se cayó la Ley Ómnibus y vuelve a comisión
El oficialismo pidió levantar la sesión tras la baja de varios artículos claves y la falta de acuerdo para avanzar en la venta de empresas estatales. Los liberales acusan de traición a los gobernadores.
En una jornada candente en el Congreso de la Nación, el oficialismo decidió dar marcha atrás con el proyecto de Ley “Bases y Puntos de Partida para Libertad de los Argentinos” y enviarlo nuevamente a comisiones de la Cámara de Diputados, luego de no conseguir los votos necesarios para aprobar todos los artículos de la norma que había sido aprobada en general por los legisladores el viernes pasado.
Tras más de cuatro horas de sesión en las que el oficialismo logró avanzar en la aprobación de la emergencia en materia económica, financiera, de seguridad, tarifaria, energética y administrativa, pero sufrir la baja de algunos incisos claves en el eje de facultades delegadas al Ejecutivo, el oficialismo votó convocar a un cuarto intermedio a pedido del titular del bloque Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, ante las dificultades para aprobar aspectos centrales del proyecto, como el capítulo vinculado a privatizaciones que estaba próximo a abordarse.
“Al oficialismo le pedimos que tenga alguna cuota de flexibilidad, les encanta seguir perdiendo”, había lanzado Pichetto minutos antes, a modo de advertencia sobre lo que iba a ser el final de la jornada. Durante el cuarto intermedio, Martín Menem convocó a su despacho al titular del bloque de La Libertad Avanza, Oscar Zago, junto con los presidentes de bloque del PRO, Cristian Ritondo, de la UCR, Rodrigo de Loredo, y Pichetto. Allí, el oficialismo y los bloques opositores “dialoguistas” discutieron sobre el devenir de la sesión y finalmente decidieron ponerle fin y enviar nuevamente el proyecto a las comisiones.
Los gobernadores que no acompañaron al
oficialismo
Tras levantar la sesión, Zago confesó que dentro del despacho había miembros del Poder Ejecutivo que avalaron la decisión y negó que se trate de una derrota para la administración de Javier Milei.
“Vuelve a comisión porque hubo diputados que se habían comprometido a acompañarnos a través de los gobernadores, y los gobernadores no cumplieron con su palabra”, expresó Zago en rueda de prensa y aseguró que no fue un “fracaso”.
“De entrada nomás, vimos la falta de voluntad de la mayoría de acompañar las propuestas de modificación que planteaba el Gobierno nacional y se rechazaron las facultades delegadas más importantes que permitieran desregular, reorganizar el Estado, etcétera. Entonces de esa forma no tenía sentido avanzar en el tratamiento de la ley porque perdía su esencia”, sumó el ministro del Interior, Guillermo Francos.
Lejos de bajar la espuma y abrir el diálogo con los gobernadores, el Gobierno redobló la apuesta y no mostró intenciones de ceder en los reclamos. Desde Israel, el Presidente Javier Milei dijo que no “negociará” el programa de Gobierno y apuntó contra los legisladores al considerarlos parte de un sistema en el que “los políticos se hicieron ricos a costa de los argentinos que se levantan todos los días a trabajar”. “La casta se puso en contra del cambio que los argentinos votamos en las urnas. Nuestro programa de gobierno fue votado por el 56 % de los argentinos y no estamos dispuestos a negociarlo con quienes destruyeron el país”, señaló en sus redes.
Desde la Oficina del Presidente lanzaron un comunicado en el que acusaron a los gobernadores de “destruir” la ley “horas después de acordar acompañarla”.
“Decidieron darle la espalda a los argentinos para proteger sus intereses e impedir que el Gobierno nacional cuente con las herramientas para resolver los problemas estructurales de la Argentina”, enfatizó la Oficina.
Desde la Casa Rosada apuntan al santafesino Maximiliano Pullaro, al cordobés Martín Llaryora y al salteño Gustavo Sáenz; también a Río Negro (Alberto Wereltinek) y Misiones (Hugo Passalaqua).
Si bien está en la lista de los apuntados, Pullaro y otros nueve gobernadores de Juntos por el Cambio lanzaron un comunicado en que el resaltaron que cumplieron con “el compromiso asumido” de acompañar la norma y que “trabajamos incansablemente para lograr los consensos necesarios para que se apruebe la Ley Bases”. “No corresponde entonces que nos responsabilicen a todos por igual ni que nos falten el respeto aduciendo poca vocación de diálogo e incapacidad de nuestra parte”, advirtieron.
Cómo sigue el tratamiento
De acuerdo con los considerandos de la Cámara de Diputados, cuando un proyecto vuelve a comisión debe ser tratado desde foja cero tal como establece el artículo 155 del reglamento del recinto. De esta manera, el texto que ya fue dado de baja ahora deberá ser sometido nuevamente al debate en las comisiones respectivas de Asuntos Constitucionales, Legislación General y Presupuesto y Hacienda.
Una vez allí, el oficialismo
retomará el diálogo con la oposición para intentar alcanzar nuevos consensos que le permitan firmar un nuevo dictamen y, de lograrlo, recién ahí podrán volver a convocar a una sesión para que vuelva a tratarse en general debido a que lo aprobado el pasado viernes no tendrá validez.