El empleo doméstico cayó al mayor mínimo histórico
La situación económica marcada por el encarecimiento de los ingresos comienza a sentirse en este sector que depende del salario de otros trabajadores.
Uno de los impactos del encarecimiento general del ingreso de la mayor parte de la población golpea a un sector que depende de la situación económica de otros trabajadores: el empleo doméstico. Según el dato oficial de marzo (último disponible), la cantidad de trabajadores de casas particulares evidenció el nivel más bajo de la última década, cifra incluso peor que la observada en la crisis de la pandemia.
En total, durante la gestión libertaria se perdieron más de 22 mil puestos de trabajo en este rubro.
A esto se suma la problemática de la informalidad, que impacta considerablemente en este sector: alcanza al 77% del empleo total.
Los datos en detalle
De acuerdo con los últimos datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en marzo de 2025 el empleo en casas particulares totalizó 441.529 puestos de trabajo, lo que implica la pérdida de más de 22.000 empleos solo en lo que va de la gestión de Javier Milei. De esta manera, rompió el piso histórico de marzo de 2015, cuando se contabilizaron 442.000 puestos.
En consecuencia, el sector evidenció una contracción de 11,7% (pérdida de más de 58.000 puestos) al comparar con el pico máximo registrado en febrero del 2020, cuando había llegado a superar los 500.000 empleos registrados.
Se trata de una actividad que se posiciona como la segunda con mayor inserción laboral para las mujeres (18% de las ocupadas). En este sentido, la destrucción del trabajo registrado impacta fuertemente aquí: los puestos laborales en casas particulares representó el 11% del total del empleo destruido a marzo de este año, cuando se contabilizaron casi 200 mil trabajadores menos en el sector privado registrado desde que Javier Milei asumió como presidente.
Informalidad y precariedad
Otras de las cuestiones a destacar es la informalidad que aún persiste en esta actividad, a pesar de la aprobación en 2013 de la ley 26.844 que fijó derechos para el sector y creó la Comisión Nacional de Trabajo en Casas para definir los aumentos paritarios. El empleo doméstico tiene aún alrededor de 1.500.000 trabajadoras no registradas en el país, el 77% del total según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para 2025.
Al respecto, cabe destacar la eliminación del programa nacional Registradas, que buscaba reducir la informalidad laboral, mejorar la protección social y el acceso y la permanencia al empleo, con inclusión financiera. A esto se suma la decisión de la administración libertaria de poner fin también a la doble indemnización para las empleadas de casas particulares en los casos en que la relación laboral no estuviera registrada al ser despedidas (artículo 50 de la Ley 26.844).
Como resultó, aumentó la vulnerabilidad de las empleadas de casas particulares, haciendo que hoy enfrenten la pérdida sistemática de fuentes de empleo y peores condiciones de vida: el 75% no tiene descuento jubilatorio y un 73% no cuenta con cobertura de salud por obra social, según datos de Seguridad Social.
Como si fuera poco, el ingreso promedio mensual de junio se ubicó en torno a los $350.000 pesos.
