El recinto platense funcionó en la dictadura como centro clandestino de detención.
24/11/2021 - 00:00hs
Este martes, un sobreviviente y víctima de la última dictadura militar relató los tormentos que eran aplicados a los secuestrados en los centros clandestinos de detención. A modo de ejemplo, mencionó el asesinato de una mujer embarazada, la apropiación de un recién nacido, y las violentas condiciones en las que se realizó un parto en la comisaría 5° de La Plata.
Hugo Marini brindó ayer testimonio en el juicio por los secuestros, torturas y crímenes cometidos en tres centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar.
Lo hizo al declarar como testigo ante el Tribunal Oral Federal 1 de esa ciudad, que juzga a 17 represores, entre ellos Miguel Etchecolatz, por delitos de lesa humanidad cometidos en esos lugares de reclusión ilegal.
Contó el vínculo que lo unió como militante peronista a Liliana Ross, detenida en 1976 a sus 21 años y embarazada. “Me acuerdo que había ido a controlarse su embarazo de tres meses y que todo iba bien. Tenía la esperanza de que naciera su hijo, y desgraciadamente eso no se concretó”, dijo con voz quebrada Marini.
El sobreviviente también recordó haber compartido cautiverio en la comisaría 5° de La Plata, donde funcionaba otro centro clandestino, con Inés Fossati. Ella dio a luz a su hijo Leonardo, quien fue apropiado y recuperó su identidad recién en el 2005.
“Escuché el día que nació Leonardo, fue un día difícil, gritaban todos. Las chicas estaban desesperadas porque no les hacían caso y ellas gritaban que Inés tenía muchas contracciones y que el bebé ya iba a nacer”, recordó Marini. Explicó que los represores “finalmente la sacaron del calabozo y dio a luz a Leonardo arriba de la mesa de la cocina”.