Una apuesta al abismo: más deuda, ajuste y devaluación en nombre del mercado
El gobierno de Javier Milei acordó con el FMI un nuevo paquete de endeudamiento.
El intento oficial por sostener la economía tambaleante mostró sus límites esta semana. La suba de precios de marzo desmintió cualquier control inflacionario y forzó al gobierno a recurrir a un auxilio externo. El Fondo Monetario, junto a otros organismos, habilitó un millonario paquete de deuda que, lejos de resolver la crisis, compromete aún más el futuro.
El acuerdo implica más ajuste: menos recursos para jubilaciones, salud y educación, además de la devaluación que comenzará en el día de hoy impactará sobre salarios y precios. A cambio, el gobierno libertario promete reformas regresivas en lo laboral y previsional.
Mientras las reservas intentarán recomponerse con dólares prestados, la especulación financiera vuelve a escena. La expectativa oficial es que el ingreso de divisas de la cosecha y los créditos internacionales frenen las corridas y maquillen los números inflacionarios antes de los comicios. Sin embargo, el endeudamiento creciente y la recesión auguran un escenario social cada vez más adverso.
El mensaje del Fondo Monetario fue claro: exige profundizar el ajuste fiscal y avanzar con una apertura económica que favorezca a grandes empresas y capitales financieros, en detrimento del salario y la producción local. La suba de tasas prevista para esta semana agravará la parálisis económica, impactando en el consumo y dejando un tendal de pymes al borde del cierre.