A un mes del crimen de Fernando Pastorizzo, marcharon por justicia
Familiares y allegados del joven asesinado por su exnovia en Gualeguaychú se movilizaron para mantener vivo su recuerdo
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Amigos, familiares y allegados de Fernando Pastorizzo, el joven asesinado el 29 de diciembre último en Gualeguaychú, realizaron ayer una concentración en esa ciudad entrerriana en reclamo de justicia, al cumplirse un mes del crimen por el que está detenida la exnovia de la víctima, Nahir Galarza.
El encuentro se llevó a cabo en la intersección de las calles 25 de Mayo y Rocamora, donde el padre del joven de 21 años, Gustavo, junto con familiares y amigos, lo recordaron con un video, música, pancartas y carteles.
“Gualeguaychú de pie, pidiendo justicia por Fernando”, fue el lema de la convocatoria, en la que se invitó “a toda la gente que quiera participar y acompañar una vez más a la familia por el dolor de su pérdida”.
Peritajes claves
En tanto, los investigadores aguardan el resultado de un peritaje que están realizando expertos en tecnología de Gendarmería Nacional al celular de la víctima, ya que quieren establecer los últimos mensajes y contactos que tuvo con la joven de 19 años antes de ser ultimado.
Si bien circularon rumores acerca de que el teléfono del muchacho había sido activado tras su fallecimiento, fuentes cercanas a la fiscal Martina Cedrés aseguraron que los peritos de Gendarmería recién darán un informe a fines de esta semana o principios de la próxima. Cabe destacar que Cedrés ha estado al frente de la causa hasta hoy, cuando regresará Sergio Rondoni Caffa.
A sangre fría
El crimen fue cometido cerca de las 5 del 29 de diciembre último, cuando Pastorizzo fue encontrado asesinado con un tiro en la espalda y otro en el pecho junto a su moto y dos cascos.
Apenas se conoció el hecho, Galarza declaró como testigo y dijo que había visto por última vez a su exnovio la noche anterior, pero horas después se presentó ante la Justicia y confesó haber cometido el homicidio.
La joven tuvo una breve internación por su estado de shock y finalmente fue trasladada a una celda de la Comisaría del Menor y la Mujer, donde cumple prisión preventiva por 60 días.
El 16 de enero amplió su indagatoria y aseguró que los dos disparos fueron “accidentales” y que en la primera declaración como imputada mintió porque tenía miedo de que culparan a su padre policía, quien tenía a cargo el arma utilizada.
El viernes pasado, el juez de Garantías de Gualeguaychú Mario Figueroa volvió a rechazar un pedido de la defensa para que se revoque la prisión preventiva.