Nada cambió en La Plata tras el delincuente fusilado en Tolosa
A pocos metros donde el caco encontró la muerte, se produjo un nuevo robo y los delincuentes escaparon. En La Loma, tampoco se respira paz.
Vivir en la ciudad de La Plata continúa siendo una tarea de alto riesgo debido a la cantidad de sucesos de inseguridad que se registran a diario, con la absoluta complicidad de los agentes policiales, que nada hacen para evitarlos. En las últimas horas se registraron nuevos sucesos, varios de ellos marcados por la brutal impunidad y las víctimas ya no saben qué más hacer.
La semana pasada, un adolescente de 17 años fue fusilado de cinco tiros en un sector de Tolosa en el marco de un robo en una distribuidora, pero las cosas en el barrio no mejoraron ni cambiaron en nada. Los atracos se siguen perpetrando sin descanso y las autoridades no hacen nada, más que mirar para otro lado. Fuentes oficiales le contaron a Trama Urbana que, en esta oportunidad, un grupo de maleantes se acercó hasta dos autos estacionados en las calle 525 bis casi esquina 12 y les sustrajeron los neumáticos, a escasos metros donde se produjo el tiroteo mortal.
Con el botín asegurado, los maleantes se dieron a la fuga sin que nadie detecte la maniobra y, hasta el cierre de esta edición, permanecían prófugos, pero lo peor es que los numerarios de la comisaría Sexta, con jurisdicción en la zona, no tenían ni una sola pista para dar con ellos. “Acá nada cambió, y la zona sigue estando liberada para este tipo de hechos. Ni con un muerto se producen mejoras”, se lamentó un residente del área.
Madrugada caliente
Por otro lado, y no tan lejos de allí (en 20, entre 32 y 33, del barrio de La Loma), otra organización delictiva se ensañó con dos vehículos estacionados, alrededor de las 3:30 de la madrugada del martes. Sin importarles nada, y al parecer por pura maldad, prendieron fuego ambas unidades y huyeron a las corridas.
Poco después, los habitantes de la cuadra descubrieron lo que sucedía, pero ya nada podía hacerse por los autos, que sufrieron daños totales. Aunque los agentes de la seccional Cuarta revisan cámaras de seguridad para ubicar a los vándalos, nada se sabe de ellos. “Acá cambian a los titulares de la Jefatura Departamental cada seis meses, pero es lo mismo que nada. Viene gente del conurbano a querer gobernar a la policía local y ni siquiera conocen los barrios”, relató un vecino.
Persecución y choque
Por último, tres cacos fueron aprehendidos luego de robar una Toyota Hilux, en 67 entre 8 y 9. A punta de pistola, se la quitaron a su dueño y escaparon y, poco después, un patrullero fue detrás de ellos.
Uno de los implicados cayó en Berisso y otros dos lo hicieron luego de que uno de los coches en los que iban (un Citroen Xsara, también sustraído) chocara contra un móvil del Comando de Patrullas.
Durante la persecución, los criminales descartaron un revólver calibre 32, que fue recuperado en 3 y 82, como también se recuperó la Toyota. Uno de los hampones tenía una orden de captura activa por delitos previos, narraron los voceros.